Es lógico invertir en vehículos autónomos en la industria minera para evitar accidentes fatales debido a la eliminación de los operadores humanos en operaciones peligrosas y entornos extremos. Además, los vehículos están diseñados para cumplir rigurosos estándares de seguridad y están equipados con sistemas avanzados de detección y respuesta a obstáculos como sensores, cámaras y algoritmos inteligentes para detectar y evitar colisiones.
Otra razón para la inversión en vehículos autónomos es la precisión y consistencia del sistema. Estos vehículos están programados para seguir rutas predeterminadas, respetar límites de velocidad y cumplir con las normas de seguridad establecidas; no hay lugar para el fallo humano.
No hay que olvidar tampoco la eficiencia y la productividad de las operaciones por máquinas capaces de trabajar de manera continua y sin pausas, reduciendo los tiempos de inactividad asociados con los turnos y descansos de los operadores humanos.
La tendencia es global
El pasado 17 de junio, unos 30 vagones que transportaban mineral de hierro desde las minas de Pilbara en Río hasta el puerto de Dampier volcaron y dañaron cerca de 700 metros de vía. El incidente significó una pérdida para Rio Tinto pero no hubo heridos al tratarse de trenes autónomos, y el fallo no se debió al sistema del vehículo. Si bien el riesgo de descarrilamiento es constante, así se tengan vehículos autónomos, los ejecutivos de la minera apuestan por la seguridad de los vehículos autónomos.
La tendencia apunta a que los demás actores de la industria adoptaran la misma confianza por las máquinas. Según el Departamento de Minas, Regulación y Seguridad de la Industria de Australia Occidental, la ocurrencia más común de lesiones en un sitio minero en 2022 se debió a vuelcos o caídas de vehículos al subir o bajar de un vehículo.
En marzo de 2023, Roy Hill anunció que convertiría su flota de 96 camiones de extracción en vehículos autónomos en un movimiento que generaría importantes beneficios de seguridad, según la presidenta y directora ejecutiva de Epiroc, Helena Hedblom.
De manera similar, Rio introdujo vehículos guiados automáticamente en su mina Gudari-Darri en Pilbara en un intento por reducir el manejo manual y mejorar la seguridad en su almacén de equipos móviles pesados.
La inversión en vehículos autónomos en la minería es una opción lógica para evitar accidentes fatales, pero la interacción con nuevas tecnológicas hace que los empleadores enfrenten nuevas amenazas y riesgos que deberán ser atendidas para una transición segura.
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