Las instalaciones eléctricas, si no se mantienen adecuadamente, pueden causar la muerte, lesiones y daños materiales graves. Por esta razón, el Health and Safety Authority de Irlanda publicó una nota orientación sobre la inspección y las pruebas periódicas de las instalaciones eléctricas. El objetivo es ayudar a los empleadores, trabajadores y otros a implementar un régimen adecuado para reducir la posibilidad de accidentes ocupacionales.
Un dato importante para los responsables de instalaciones eléctrica es el lapso entre la inspección periódica y las pruebas. Con la excepción de los plazos específicos descritos en la normativa local, la legislación no prescribe períodos de tiempo entre la inspección eléctrica completa y las pruebas. Sí ordena que las instalaciones eléctricas se inspeccionen y prueben “periódicamente cuando sea necesario teniendo en cuenta la naturaleza, la ubicación y el uso de la instalación”.
Entonces, surge la pregunta de si la inspección y las pruebas periódicas son apropiadas y cuáles son los intervalos máximos que deben transcurrir entre ambas. La guía precisa que, según las leyes de Irlanda, “la frecuencia de las inspecciones y pruebas periódicas estará determinada por el tipo de instalación, su uso, la frecuencia del mantenimiento y las influencias externas a las que está sometido”.
El tiempo entre la inspección periódica y las pruebas de las instalaciones debe basarse en una evaluación de riesgos y los intervalos dependen de los siguientes parámetros:
- Antigüedad de la instalación
- Calidad de la instalación
- Circunstancias ambientales
- Tipo de personas que utilizan la instalación
- Cantidad de supervisión de la persona responsable de la instalación
- Orientación del fabricante
- Frecuencia de uso
- Conocimiento del usuario
- Posibilidad de daño al equipo
Puedes leer aquí la guía completa sobre instalaciones eléctricas.
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