La implementación de avanzados controles de ingeniería para mejorar la seguridad en operaciones mineras ha marcado un nuevo hito en Southern Perú-Toquepala. Esta iniciativa, liderada por José Oviedo Alcázar, jefe de taller de la planta de molienda, se centró en el reemplazo de corazas en el molino Fuller, una tarea que, en el pasado, presentaba riesgos significativos para los trabajadores debido a su complejidad y a las condiciones desafiantes del entorno.
Southern Perú-Toquepala ha establecido una política firme donde la seguridad es la principal prioridad, un enfoque que se traduce en la implementación de estrategias orientadas a proteger a sus trabajadores y contratistas en cada proyecto. En la Jornada de Seguridad del Instituto de Seguridad Minera, Oviedo destacó que identificaron deficiencias en los controles de riesgo durante el reemplazo de corazas en el molino Fuller. Estas deficiencias incluían riesgos críticos en la manipulación y el posicionamiento del equipo, lo que motivó a Southern Perú a invertir en una solución de ingeniería integral.
Para reducir los riesgos, se adquirió un nuevo manipulador de corazas, reemplazando el equipo anterior que ya estaba obsoleto y presentaba peligros significativos en el proceso de manipulación. El nuevo manipulador no solo facilitó la entrada y salida de los revestimientos, sino que eliminó la necesidad de izajes en espacios reducidos, disminuyendo notablemente la exposición de los trabajadores a accidentes. Con esta actualización, Southern Perú-Toquepala logró un avance en seguridad y eficiencia, beneficiando tanto al personal interno como a los contratistas que participan en esta actividad.
El trabajo dentro del molino Fuller presenta condiciones críticas, ya que se trata de un espacio confinado donde, hasta la implementación de estas mejoras, cinco trabajadores, además del operador del manipulador, estaban en riesgo constante de exposición a caídas de objetos pesados, como las corazas, que pesan alrededor de 620 kilos. Con el nuevo manipulador, el personal expuesto se redujo de cinco a solo dos trabajadores, quienes ahora se limitan a guiar el posicionamiento de las corazas y a asegurar los pernos desde el interior del molino.
El equipo previo medía 18.2 metros de largo y pesaba 16 toneladas, lo que requería maniobras de izaje complicadas y arriesgadas. El manipulador actual, con una longitud de estacionamiento de 13.2 metros y un peso de 30 toneladas, utiliza ruedas hidráulicas y control remoto, lo cual ha eliminado la necesidad de realizar izajes. Esta mejora no solo optimizó la operación, sino que también incrementó el espacio disponible en la planta para el mantenimiento y otras actividades, reduciendo el riesgo de accidentes por caída a diferente nivel.
Futuras innovaciones
Southern Perú-Toquepala continúa en su búsqueda por mejorar la seguridad y reducir la exposición de sus trabajadores a riesgos innecesarios. Actualmente, la compañía está trabajando con proveedores en la implementación de tecnología avanzada para evitar que los operarios tengan que ingresar al molino. Se están evaluando nuevas tecnologías que incluyen sensores y cámaras que permitan la instalación automática de las corazas, asegurando una manipulación segura desde el exterior.
Además, se están desarrollando liners híbridos que ofrecen un sistema de fijación desde el exterior del molino, eliminando por completo la necesidad de intervención directa dentro del equipo. Estos nuevos forros serán más livianos y estarán diseñados para fijarse externamente, lo cual permitirá una operación aún más segura y eficiente.
La implementación de estas mejoras ha tenido un impacto positivo en la seguridad y en la eficiencia de las operaciones. Los riesgos críticos se han reducido considerablemente, y la inversión en esta innovación ha demostrado su valía al proteger a los trabajadores y al mismo tiempo optimizar los procesos de mantenimiento.
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