La capacidad creadora e innovadora del equipo humano de Pan American Silver Huarón fue destacada en el Tercer Concurso Internacional de Buenas Prácticas en Seguridad Minera. El evento organizado por el Instituto de Seguridad Minera-ISEM seleccionó como ganador al trabajo denominado “Uso de reflectores LED inalámbricos para minimizar el riesgo de electrocución en rampas principales con presencia de agua”, uno de los tres trabajos presentados por la compañía minera y que estuvieron entre los 12 finalistas.
Huarón es una mina subterránea polimetálica ubicada en el departamento de Pasco. Su método de explotación es una combinación de corte convencional y relleno, corte mecanizado y relleno, junto a perforado mecanizado de barreno profundo. Además, opera una planta de tratamiento de flotación inducida con una capacidad de 870 mil toneladas anuales para producir concentrados de cobre, plomo y zinc con contenido de plata.
Además del trabajo premiado sobre uso de reflectores LED, los integrantes de Pan American Silver Huarón presentaron “Aplicación de scooptram adaptado para relleno cementado en explotación por ventanas con mala calidad de roca (RMR <25)” y “Falso túnel: cimbras prefabricadas que no generan exposición al terreno estable”.
Las tres experiencias de Pan American Silver Huarón presentadas, en el Concurso Internacional de Buenas Prácticas en Seguridad Minera, son un ejemplo de cómo los mineros peruanos vienen trabajando para solucionar los problemas de seguridad y productividad que afrontan cada día.
Primera buena práctica: LED para minimizar el riesgo
Durante los últimos años, en Huarón había la necesidad de utlizar cables eléctricos como fuente de energía en las labores subterráneas que tienen presencia de agua. Como consecuencia, existía el riesgo de electrocución por manipulación de reflectores con cableado eléctrico.
Pan American Silver Huarón tuvo incidentes relacionados con el uso de reflectores con cables energizados en zonas con filtraciones de agua, como las rampas principales y trabajos de rehabilitación. Esta situación originaba daños al equipo de iluminación (reflectores y cables eléctricos) y al personal, incrementando los costos por cambio de cables eléctricos, reflectores y tomacorrientes.
La idea del uso de reflectores LED inalámbricos surgió con el objetivo de eliminar el riesgo de electrocución por el uso de reflectores convencionales con cables eléctricos, en labores donde existe presencia de agua. Además, se pudo iluminar zonas alejadas de la mina donde antes no llegaba la energía eléctrica.
Los reflectores LED no requieren cableado eléctrico, tienen celdas recargables y fáciles de maniobrar, eliminando el riesgo de electrocución. De esta manera, aumentó y mejoró la visibilidad del personal en los trabajos encomendados, sin comprometer su integridad física. Se hizo llegar iluminación en zonas de rehabilitación, como es el caso del Túnel Paul Nevejans.
Las pruebas con esta idea innovadora se realizaron desde febrero del año pasado, comprobándose la eliminación del riesgo de electrocución en las labores con presencia de agua y de la contaminación ambiental. El ciclo de operación mina se ha hecho más eficiente, al eliminar el tiempo de estirar el cable eléctrico, la instalación de alcayatas y la mano de obra de personal eléctrico. Se estima que el ahorro anual de hacer el cambio en todas las labores por los reflectores LED inalámbricos supera los 100 mil dólares.
Segunda buena práctica: Adaptación de scooptram
Uno de los principales desafíos en las operaciones subterráneas de Pan American Silver Huarón era lograr la estabilidad del macizo rocoso en el relleno de tajeos con RMR (Rock Mass Rating) menor a 25, característica geomecánica que impide explotar con seguridad las ventanas con mala calidad de roca.
La operación de relleno no conseguía el cierre de coronas, dejando hasta un metro de luz entre el relleno y la corona. El problema era cómo conseguir estabilidad del macizo rocoso de las ventanas a explotarse.
Al diseñar la solución, los integrantes de Huarón adaptaron un sooptram de 2.2 yd3 para utilizarlo como equipo topeador que cierra por completo el relleno hasta la corona de cada ventana, que al consolidarse trabaja como pilar artificial para las ventanas contiguas. Así se asegura la estabilidad del macizo rocoso en la explotación.
Para implementar el scoop topeador se realizó un raise borer cerca al tajeo, el cual se usa como echadero para la descarga y punto de limpieza. Ahora, el relleno cementado cierra la corona al 100 %, sin aberturas y genera un pilar artificial para las siguientes ventanas.
Tercera buena práctica: Falso túnel de simbra
En Huarón, el armado de cimbras era en forma manual. Muchas veces, debido a los realces en las labores se abandonaban o por mal soporte producían atrapamiento de scoops. La solución fue diseñar un tipo de soporte para terrenos RMR <20, pero que no exponga al personal y que reemplace el armado de cimbras convencional.
En primer lugar, se realiza el levantamiento topográfico de la galería, se diseña un túnel falso de cimbras y vigas sobre un trineo. Luego, se arma cerca al realce en zona segura y se ingresa a la labor inestable con scooptram. Finalmente, se rellena con resina expansiva y relleno hidráulico.
Las labores críticas con cimbras prefabricadas son estabilizadas con relleno hidráulico y resina expansiva. Se trata de un control de terreno inestable más rápido y seguro. La utilización de cimbras prefabricadas (túnel falso) en labores inestables y realzadas con RMR < 20 elimina el riesgo de caída de rocas y la exposición del personal a la línea de fuego.
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