Por segundo año consecutivo, Minera La Zanja obtuvo en primer puesto en la categoría tajo abierto del Concurso Nacional de Seguridad Minera que organiza el Instituto de Seguridad Minera ISEM. Se trata de un claro reconocimiento a la cultura de seguridad que vienen construyendo sus 1400 colaboradores desde el inicio de operaciones en el 2010.
En un contexto de fuerte exigencia de control de costos operativos, Minera La Zanja afronta la seguridad de manera clara y concreta, aseguró el Ing. Ricardo Huancaya, gerente de la unidad, tras recibir el premio del ISEM. “La seguridad va de la mano con la producción y viceversa. Para ello, optimizamos y controlamos nuestros procesos mediante el cumplimiento de los estándares, procedimientos y normas legales, considerando el nivel de riesgo y aplicando controles operativos o administrativos por el bien de nuestros trabajadores. Todo esto nos permite tener una eficiente producción que se refleja en nuestros costos operativos”.
Con operaciones auríferas a unos 100 kilómetros de la ciudad de Cajamarca, la política de seguridad y salud ocupacional de la compañía gira en torno a la persona como eje central, sean trabajadores de la empresa titular o de las contratistas. El objetivo es prevenir las lesiones y enfermedades de sus colaboradores, así como los impactos ambientales y sociales adversos que pudieran ser generados por sus actividades y producción.

La característica fundamental de la gestión corporativa es la mejora continua y la proactividad del personal. Se trata de un elemento fundamental debido a que involucra tanto trabajadores como supervisores. Otro rasgo distintivo son los principios de la prevención, primordial en todos los supervisores y trabajadores que laboran en Minera La Zanja.
El liderazgo de la alta dirección se demuestra en todas las actividades dentro y fuera de la unidad minera. Participa proactivamente en las reuniones que validan los objetivos y metas de seguridad y salud ocupacional, las cuales son monitoreadas mensualmente para tomar acciones preventivas y correctivas que aseguren su cumplimiento.
Por su parte, los supervisores también deben demostrar un compromiso personal visible. La medición de su desempeño se efectúa mediante parámetros englobados en el IBI (Índice Básico del Involucramiento) que permiten medir dicho compromiso y liderazgo en la gestión de seguridad y salud ocupacional, explica el Ing. Hernando Saboya, superintendente de Seguridad.
La participación de los trabajadores es clave para la gestión de seguridad en La Zanja. Ellos velan por la promoción, difusión y cumplimiento de las normas, procedimientos, estándares e IPERC. Tienen varias herramientas a mano, como el reporte de actos y condiciones, el cuaderno de operación segura, la observación de comportamiento seguro, el DeCo (orden y limpieza/estabilidad de rocas y suelo), el check list de equipos y el buzón de sugerencias.
En sus siete años de producción, los estándares operacionales han sido elaborados con la participación de los trabajadores, fortaleciendo el desempeño en las actividades de trabajo en altura, trabajo en caliente y voladura, entre otros.
Por otro lado, los estándares administrativos –como el IPERC y los programas de protección respiratoria y auditiva– involucran al personal de todas las áreas y de todos los niveles debido a que previenen accidentes y enfermedades ocupacionales. Son estándares sujetos a la mejora continua por cambio de tecnología y nuevos procesos, etc.
Aunque los indicadores de seguridad le han permitido recibir el premio nacional de seguridad del ISEM, en La Zanja son conscientes que la modificación de los comportamientos inseguros es un trabajo permanente y de largo plazo de todos sus integrantes, desde la alta dirección, hasta la supervisión y los trabajadores, de compañía y contratistas.
Publicado en la Edición 135 de Seguridad Minera.
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