Con el objetivo de hacer frente al COVID-19 en sus operaciones, Compañía de Minas Buenaventura viene implementando dos líneas de acción: la primera, relacionada al sistema de gestión y, la segunda, sobre las buenas prácticas vinculadas a la Resolución Ministerial N° 448-2020-MINSA, sobre los lineamientos para la vigilancia, prevención y control de la salud de los trabajadores.
«Hacer controles operativos puros, sin tener planificación y gestión nos lleva al fracaso. Lo mismo sucede si tenemos una exitosa planificación pero que no se refleja en un cumplimiento de buenas prácticas en campo. Creo que el éxito de una organización en su lucha contra el COVID es lograr un equilibrio entre sistema de gestión y buenas prácticas. Cada una de ellas se complementa», manifiesta Tomás Chaparro, gerente corporativo de seguridad de la compañía minera peruana.
En cuanto al sistema de gestión, Buenaventura ha adaptado el tratamiento del COVID-19 al ciclo de Deming, estrategia que ha demostrado su valor mediante el desarrollo de las etapas de planificación, implementación, verificación y acción correctiva.
«Al principio nos quedábamos mucho en la etapa de planificación. Creíamos que con el Plan de Vigilancia, Prevención y Control cumplíamos con todo… El Plan es una obligación legal que solo soluciona la primera etapa del ciclo de Deming, de allí viene una etapa de implementación y verificación de que si lo que estamos haciendo en campo está en alineado a lo planificado, y luego una etapa de acción correctiva para reducir esas brechas», detalla Tomás Chaparro.
Una segunda práctica de gestión implementada es designar un gestor COVID. «Una de las cosas que observamos al inicio de la pandemia es que todos hacían de todo con buena voluntad, pero eran esfuerzos poco estructurados y poco coordinados».
Se vio la necesidad de contar con un funcionario operativo que asuma la gestión del plan, con una posición jerárquica que le permita tomar decisiones, hacer que la gente cumpla con las acciones y reportar al gerente de la unidad. Sus tareas están enfocadas al cumplimiento e implementación de los controles operativos, a cargo de las investigaciones epidemiológicas y de los brotes de la enfermedad que se van dando.
Otro enfoque de gestión que Buenaventura aplica es el participativo. Considera que si no involucra a todas la partes interesadas de la organización, no podrá haber éxito. Los funcionarios y los trabajadores tienen un papel muy importante porque son los que al final cumplen o no las normas, pero tampoco se deja fuera del escenario a los Comités de Seguridad y Salud, los sindicatos y las comunidades.
La compañía minera tiene una realidad bastante singular: sus unidades mineras Orcopampa, Julcani y El Brocal prácticamente están juntas a centros poblados. «Si no involucramos a las comunidades, no seremos exitosos. Involucrar a la comunidad no significa paternalismo, sino que sean parte de los esfuerzos por prevenir el contagio».
Dentro del enfoque participativo, para Buenaventura lo mejor es tener un comité integrado por diferentes áreas: Recursos Humanos, Operaciones, Logística y Seguridad como un miembro más. El comité de emergencia COVID es el encargado de analizar qué acciones implementar, cómo las van a implementar y monitorear si se han implementado adecuadamente. «No podemos dejar todo este esfuerzo de la lucha contra el COVID solamente al área de Seguridad».
Otra acción del enfoque participativo de Buenaventura es la conformación de los embajadores de la salud. ¿Quiénes son? Son los trabajadores que de manera voluntaria se encargan de concientizar y reforzar en sus compañeros el cumplimiento de los controles del COVID-19.
«Hicimos una convocatoria y la gente se presentó de manera voluntaria desde dos frentes: del sindicato y del Comité de Seguridad y Salud». Los miembros de las juntas directivas de sindicatos y los representantes de los trabajadores ante los comités de seguridad son líderes y ese liderazgo natural es valioso para potenciar la lucha contra la enfermedad.
«Creo que si hay un punto en común entre el sindicato y el titular minero es que ninguno quiere compañeros fallecidos, viudas y huérfanos y, por lo mismo, tampoco queremos trabajadores o compañeros contagiados». El enfoque participativo legitimiza las acciones que Buenaventura está haciendo en la lucha contra el COVID-19. «Cuando la gente ve que sus representantes son parte del esfuerzo, se sensibiliza más», asegura Tomás Chaparro.
La conferencia del gerente corporativo de Seguridad de Compañía de Minas Buenaventura se realizó en el marco de las Jornadas de Seguridad de Minera que se transmite en los canales on line del ISEM y de la revista Seguridad Minera.
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