La empresa minera ha establecido un enfoque basado en nuevos paradigmas de seguridad. Así, sus unidades mineras no han presentado accidentes mortales por casi 24 meses.
Compañía de Minas Buenaventura ha implantado un nuevo enfoque de seguridad, permitiéndole reducir los accidentes mortales desde el 2017 en sus unidades mineras. Una de las características clave de este enfoque es haber guiado su estrategia en base a nuevos paradigmas de seguridad en reemplazo de paradigmas de seguridad negativos.
«El año pasado hemos logrado dos hitos. El primero de ellos fue en mayo del 2020: logramos doce meses continuos sin accidentes mortales en lo que son nuestras unidades mineras. El segundo hito lo logramos en diciembre del 2020, un año calendario completo, de enero a diciembre sin accidentes mortales», resaltó Tomás Chaparro, gerente corporativo de Seguridad de Compañía de Minas Buenaventura.
Indicó que en mayo de este año estarían cumpliendo 24 meses continuos sin accidentes mortales en sus unidades mineras. Advirtió, no obstante, que estos resultados son solo hitos y que no los consideran éxitos.
«Todavía no podemos decir que son éxitos, porque para que esto sea un éxito tenemos que tener 4, 5, 6 años continuos sin accidentes mortales», comentó durante su participación en la Jornada de Seguridad Minera, organizada por el Instituto de Seguridad Minera (ISEM).
Adiós paradigmas negativos
El haber establecido nuevos paradigmas a su cultura de seguridad ha contribuido fundamentalmente a esta mejora. En ese sentido, Tomás Chaparro consideró importante comenzar a quebrar ciertos paradigmas negativos que todavía existen en seguridad, los cuales no solo se dan en el sector minero y no solamente en el Perú.
«Un paradigma negativo es una idea limitante que nos impide seguir avanzando. Tenemos que entender que hay ciertos cambios que necesitamos hacer. Primero a nivel de nuestras propias creencias. Si nosotros cambiamos en lo que creemos, vamos a cambiar nuestra forma de pensar, de actuar y de obtener resultados», explicó.
La compañía ha orientado su programa de seguridad en base a nuevos paradigmas. Ellos son:
- La seguridad es parte inherente del proceso productivo. La seguridad es parte de la calidad del proceso y no algo separado, siendo responsabilidad del funcionario a cargo de dicho proceso.
- La seguridad debe gestionarse en base a equipos interdisciplinarios, incluyendo ingenieros y psicólogos.
- La seguridad debe ser participativa y pertenece a todos los usuarios finales, trabajadores y supervisión.
- La verdadera seguridad no es la ausencia de accidentes sino la presencia de controles operativos eficientes.
Seguridad de Buenaventura
Chaparro sostuvo que la división de minería de Buenaventura cuenta con un programa de seguridad que tiene dos líneas acción. «Una de las líneas de acción tiene que ver con la parte ‘dura’, de ingeniería: gestión de riesgos críticos; y una segunda línea tiene que ver con la parte ‘blanda’, con el cambio de mentalidad: ‘Pacto por la vida’», refirió.
Indicó que estas dos líneas de acción se enmarcan en cuatro estrategias basadas en los nuevos paradigmas de seguridad que han establecido: primero, considerar la seguridad como parte del proceso operativo; segundo, buscar un balance entre ingeniería y psicología al momento de diseñar la seguridad; tercero, contar con controles operativos eficientes; finalmente, aplicar la seguridad participativa.
“Esto funciona de verdad. Y una experiencia exitosa de la aplicación de estos conceptos es la empresa Buenaventura», afirmó.
Acciones
De acuerdo a estas directrices, la compañía desde el 2017 ha empezado a realizar una serie de acciones importantes. Comenzó a aplicar una estricta disciplina estadística de calificación de accidentes; asimismo, ha realizado modificaciones en los organigramas de seguridad.
El 2018, la seguridad fue incluida dentro del set de valores de la compañía. Ese mismo año, dio los primeros pasos de su línea de acción «Pacto por la vida», que es algo muy parecido a la seguridad basado en el comportamiento, precisó Tomás Chaparro, lo cual les ha venido ayudando en el cambio de creencias.
Igualmente, el 2018 la empresa comenzó a realizar talleres vivenciales con cada uno de los sindicatos para tender puentes de comunicación y confianza; e iniciaron un proyecto de mejora de la inducción básica de seguridad.
Ya en el 2019, Buenaventura inició el programa de riesgos críticos, identificando las causas que históricamente originan accidentes mortales y poniéndoles la mayor atención posible. Además, ejecutó un programa de liderazgo con los colegas operativos de las unidades mineras.
En la evaluación de desempeño de los funcionarios, se implementó el accountability o toma de responsabilidad en los resultados en seguridad. «Y desplegamos un programa de acercamiento a los contratistas para hacerlos participar del sistema de gestión», agregó Tomás Chaparro.
En el periodo 2020-2021, la empresa empezó a migrar de los clásicos controles de EPP y administrativos a los controles de ingeniería. Impulsaron con más fuerza temas en calidad de vida, alojamiento, transporte y alimentación, que ha cobrado mucha importancia en la época del covid-19.
Del mismo modo, realizaron cambios para que los IPERC verdaderamente reflejen lo que deben ser: una herramienta de prevención. La compañía también empezó a aplicar un enfoque de eventos de alto potencial, que es cualquier evento que ha tenido la probabilidad de causar un accidente mortal o incapacitante permanente.
«Gestionar la seguridad en base a eventos de alto potencial es mucho mejor que hacerlo en base a los clásicos índices de frecuencia y severidad. Los índices de frecuencia y severidad no te incluyen el total de eventos, solo aquellos que han sido incapacitantes o mortales, pero hay muchos eventos que sin haber causado una lesión, han tenido el potencial de hacerlo: esos eventos cuando no los mapeamos adecuadamente, no los identificamos y no los controlamos», resaltó Tomás Chaparro.
Paradigmas de seguridad negativos
Los paradigmas de seguridad negativos y los que Buenaventura promueve en su reemplazo son:
- Seguridad primero. Cuando decimos seguridad primero, lo que estamos diciendo es que la seguridad no está integrada a nuestro proceso operativo. El nuevo paradigma debería ser: «La seguridad es parte inherente del proceso operativo y productivo». La seguridad no es algo que va por un canal paralelo, es parte del proceso productivo.
- La seguridad es responsabilidad exclusiva del área de seguridad. En realidad, la seguridad es responsabilidad del funcionario que está cargo del proceso. Todo proceso es una serie de actividades compuestas por recursos que interactúan en base a buenas prácticas. Estas buenas prácticas tienen indicadores de calidad, dentro de las cuales la seguridad es uno de ellos. Por lo tanto, un accidente no es más que un problema de calidad del proceso. Cuando unimos todo esto, obtenemos un nuevo paradigma: La seguridad es parte del proceso, siendo responsabilidad del funcionario a cargo de ese proceso.
- La seguridad es un tema de ingenieros. Los equipos de seguridad se verían verdaderamente potenciados si es que incluimos un balance con profesionales de psicología. El paradigma nuevo que queremos plantear es que la seguridad debe gestionarse en base a equipos interdisciplinarios, compuesto por ingenieros y psicólogos.
- La seguridad la diseñan y gestionan unos cuantos especialistas. El nuevo paradigma es que el sistema de gestión pertenece a los usuarios finales: los trabajadores y supervisores que están en la labor todos los días. Ellos son los que deben participar en el diseño y gestión del sistema de seguridad. Además, debe ser una seguridad participativa. Que involucre a a todos los actores interesados: funcionarios, ingenieros, trabajadores, empresas contratistas, comités de seguridad, sindicatos e inclusive la comunidad.
- Las estadísticas son lo más importante. Las estadísticas no son el verdadero objetivo. El nuevo paradigma a plantear es el siguiente: La verdadera seguridad no es la ausencia de accidentes sino la presencia de controles operativos eficientes. Mejorando los controles operativos, las estadísticas mejoran. No debe ser al contrario.
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