El amianto, en todas sus variedades, presenta propiedades químicas y físicas que lo han hecho un elemento fundamental en diferentes sectores, especialmente en la industria de la construcción. Como consecuencia de ello, existen numerosas fuentes de exposición al mismo que, dados los graves riesgos que presenta para la salud, han representado y representan un problema grave desde el punto de vista de la higiene industrial y, en ocasiones, también del medio ambiente.
En este artículo se describen operaciones de trabajos con amianto, la eliminación de material no friable, y dos ejemplos de eliminación de material friable. Se entiende por “friabilidad” la capacidad que tiene un material de liberar las fibras que contiene.
Retirada de cubiertas exteriores de fibrocemento (material no friable)
Es el caso más frecuente de presencia de materiales con amianto en la construcción. Se trata, normalmente de placas onduladas, con un contenido en amianto de entre el 10 y el 30% en peso según su antigüedad. Si bien su instalación admite diferentes posibilidades, la mayoría está presente en cubiertas de naves industriales y paredes fluviales. Normalmente se encuentran instaladas superpuestas unas a otras mediante un pasante o fijador metálico.
El amianto se encuentra mezclado con cemento, lo que hace a este material poco friable. La posible liberación de fibras de amianto al ambiente puede producirse por el envejecimiento de la placa debido a los agentes atmosféricos, o por la acción mecánica sobre las mismas.
Por su baja friabilidad, la retirada de estas placas es una de las operaciones que presenta una menor peligrosidad. No obstante hay que tener en cuenta que su manipulación implica la posibilidad de emisión de fibras, siendo aconsejable la adopción de medidas de protección individual, dado el posible carácter cancerígeno de las mismas.
Equipos de protección individual
Debe proporcionarse a los trabajadores expuestos mascarillas autofiltrantes o mascarillas dotadas con filtros contra partículas, y ropa de trabajo desechable provistos de capucha. El trabajador debe disponer, además, de los equipos de protección individual adecuados a otros posibles riesgos presentes en la zona de trabajo.
Método de trabajo
Cuando las placas están muy envejecidas deben impregnarse las superficies de fibrocemento con una solución acuosa conteniendo un líquido encapsulante para evitar la emisión de fibras de amianto debido al movimiento o rotura accidental de las mismas. La aplicación se lleva a cabo mediante equipos de pulverización a baja presión, evitándose que la acción mecánica del agua sobre las placas disperse las fibras de amianto al ambiente.
Los trabajos empiezan por la zona más elevada. En primer lugar se desmontan los ganchos de anclaje de las placas con mucho cuidado, destornillando la sujeción o cortándola con las herramientas adecuadas, procurando evitar el uso de máquinas rotativas por la elevada emisión de polvo que pueden generar.
Posteriormente se retiran las placas con precaución y se depositan con cuidado sobre un palet, se embalan con plástico de suficiente resistencia mecánica para evitar su rotura y se señalizan con el símbolo del amianto.
Las placas rotas existentes, o las que se rompan durante el desmontaje, se humedecen con la impregnación encapsulante, retirándose manualmente con precaución y depositándose en un saco de residuos, tipo big-bag, debidamente etiquetado. Es necesario limpiar, con aspirador dotado de filtro absoluto, la zona afectada por la rotura de la placa.
Una vez desmontadas las placas, se procederá a la limpieza de toda la estructura de apoyo de la cubierta, utilizando un aspirador provisto de filtros absolutos. Los trabajadores deberán disponer de vestuarios y duchas suficientes.
Los trabajadores que realizan estos trabajos deben estar informados y formados sobre el protocolo de trabajo y la importancia de seguirlo correctamente.
Desamiantado del ignifugante de la estructura metálica de un edificio (material friable)
Es uno de los casos de desamiantado más complejo, debido a la friabilidad del material usado y a su disposición en superficies irregulares. Además de las fibras de amianto, este material puede contener una mezcla de diferentes productos, entre los que pueden encontrarse tierras de diatomeas, material de fraguado, fibras de celulosa y fibras de amianto, entre otros.
Es necesario estudiar, programar y controlar de forma esmerada y con la antelación suficiente, el desamiantado de este tipo de instalaciones para asegurar su correcta realización.
Hay que considerar que un desamiantado mal realizado provoca una contaminación ambiental por fibras de amianto mucho más elevada que la debida meramente a la presencia del material con amianto. Por esta razón es imprescindible la adopción de un protocolo de trabajo adecuado que garantice una mínima emisión de fibras a la zona de trabajo y evite su salida al exterior.
Los trabajadores que realizan estos trabajos deben estar informados y formados sobre el protocolo de trabajo y la importancia de seguirlo correctamente.
Equipos de protección individual
Debe disponerse de dispositivos filtrantes contra partículas, de ventilación asistida con máscara o capuchas y ropa de trabajo desechable con capucha, polainas o botas y guantes.
Para la realización de los trabajos preliminares se pueden utilizar mascarillas autofiltrantes o mascarillas dotadas con filtros contra partículas y ropa de trabajo desechable con capucha. El trabajador debe llevar, además, los equipos de protección individual adecuados a otros posibles riesgos presentes en la zona de trabajo según las operaciones y el entorno donde se desarrollen.
El ropa de trabajo debe estar perfectamente ajustado, mediante cinta adhesiva a las polainas, los guantes y la mascarilla.
Operaciones de preparación
Puede ser necesario utilizar bastidores metálicos o de madera para fijar en ellos una lámina plástica que permita reducir la zona de trabajo.
Se debe trabajar en depresión, aconsejándose entre 10 i 20 Pa, y utilizando un sistema de filtración de aire con filtro absoluto del 90,97% de retención. La extracción de aire ha de funcionar de manera permanente durante las 24 horas, y una vez terminado el trabajo se debe continuar la extracción de aire durante las 48 horas posteriores a la finalización del mismo, para asegurar la total limpieza de la zona. Han de colocarse controladores de depresión, con registro, y visibles desde el exterior; y es recomendable que estén dotados de sistemas de alarma, posibilitando la detección de un mal funcionamiento. Una vez realizado el confinamiento se deberá asegurar su estanqueidad mediante pruebas de humo y observando si se crean zonas de turbulencias.
Para conocer el equipo adecuado que permita el nivel de depresión necesario, debe realizarse el correspondiente balance aerodinámico.
La zona de trabajo debe disponer de un túnel de acceso para el personal y otro para el material. El túnel de acceso del personal tiene que ser exclusivo para este fin y disponer, como mínimo, de una ducha, de 3 o 5 compartimentos que permitan los procedimientos adecuados en las entradas y salidas de la zona. Los compartimentos, en el sentido de “fuera-dentro”, deben estar destinados a las siguientes funciones:
- El primer compartimento, o zona limpia, es la zona de acceso al túnel desde el exterior de la zona de trabajo, y da acceso al segundo compartimento.
- El segundo compartimento es la zona de duchas, que conecta con el tercer compartimento.
- El tercer compartimento, o zona sucia, es el que linda con la zona de trabajo y tiene que hallarse, al igual que la zona de trabajo, en depresión.
En cuanto al túnel del material y herramientas, debe disponer de duchas y sistema de aspiración o doble ensacado que permita la rápida limpieza de los materiales, herramientas y bolsas de residuos que deban extraerse de la zona de trabajo. El agua procedente de las duchas de los túneles de acceso del personal y del material ha de filtrarse, antes de su vertido, mediante filtros de 5μm de tamaño de poro.
Método de trabajo
El método de trabajo debe establecerse de forma que:
- Límite al máximo la exposición de los trabajadores a las fibras de amianto durante las operaciones de retirada, rascado y limpieza.
- Reduzca a un nivel aceptable la carga física de los trabajadores, teniendo en cuenta la dificultad de estos trabajos.
- Facilite la retirada de los residuos o materiales con amianto.
- Reduzca al máximo posible la emisión de fibras de amianto de los alrededores de la zona de trabajo.
Para conseguir los puntos anteriores se pueden aplicar distintas técnicas:
- Aspiración directa del amianto proyectado y posterior rascado por vía húmeda de las zonas restantes.
- Humidificación y rascado manual, acompañado de la recogida de los residuos y de aspiración.
- Rascado mecánico con captador del material en la fuente, mediante aspiración.
Conclusiones
En la gestión de los trabajos con materiales que contienen amianto, debe tenerse en cuenta los siguientes aspectos básicos:
- Es necesario y fundamental realizar la identificación previa de todos los materiales que puedan contener fibras de amianto para evitar exposiciones inadvertidas en cualquier trabajo de mantenimiento, reparación, derribo, u otros.
- El amianto o material que lo contenga, ha de ser retirado antes de cualquier operación de derribo.
- El método de trabajo a aplicar tendrá como principal objetivo evitar la liberación de polvo con fibras de amianto al ambiente, con el objetivo de proteger la salud de los trabajadores y de la población en general.
- Se indicará siempre cómo se realizan las mediciones previstas para el control:
- de la eficacia de los medios de protección colectiva; por ejemplo, la de los filtros de los equipos de depresión en las burbujas,
- del ambiente de trabajo una vez acabados los trabajos de desamiantado para asegurar que no existen riesgos debidos a la exposición al amianto en el lugar del trabajo.
- La empresa responsable del plan de trabajo y la autoridad competente realizarán un riguroso seguimiento en la aplicación de las especificaciones contenidas en el plan de trabajo.
El plan de trabajo con amianto contempla las medidas para evitar la exposición a fibras de amianto. Hay que recordar que en estos trabajos existen otros posibles riesgos que deben contemplarse en el estudio de seguridad y salud, o en el estudio básico de seguridad y salud, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción.
Fuente: Operaciones de demolición, retirada o mantenimiento con amianto. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, España.
retirada de amianto dice
Un articulo muy completo, me ha gustado mucho. A mi me preocupa bastante el amianto, ya que en mi finca tenemos restos todavía. Espero que pronto podamos terminar de retirar todo y así estas más tranquilos. Gracias por estos consejos!
Quitar amianto dice
Un artículo muy completo. Es necesario que llegue toda esta información a esos albañiles y trabajadores de la construcción que siguen quitando amianto sin protección ni homologación.