La multinacional minera Rio Tinto reportó que más de una cuarta parte de las trabajadoras habían sufrido acoso sexual y casi la mitad de todo el personal había sido víctima de acoso. Además, un total de 21 mujeres denunciaron una violación o un intento de violación o agresión sexual en las instalaciones de la empresa durante los últimos cinco años.
La situación resulta aún más crítica con la internalización de las agresiones sexuales en el ambiente laboral. Según el informe, una persona dijo que había una lista no oficial de líderes individuales con los que las empleadas deberían evitar tener reuniones temprano en la mañana o tarde en la noche. Algunos de esos líderes -según el entrevistado- siguen trabajando para Rio Tinto.
Las cifras de acoso laboral y sexual en Rio Tinto hizo que los inversionistas saluden la transparencia del informe, pero están dispuestos a presionar a la compañía sobre el tema. También están interesados en presionar a otros grandes productores para divulgar investigaciones similares.
Rio Tinto se comprometió a implementar todas las recomendaciones del informe, que fue realizado por la excomisionada australiana contra la discriminación sexual Elizabeth Broderick. Las recomendaciones pasan por la evaluación y gestión de riesgos con enfoque al comportamiento nocivo de los trabajadores, brindar capacitaciones especializadas al personal, implementar prácticas seguras para que las mujeres y grupos minoritarios cuenten con el apoyo necesario, y hacer verificaciones de probidad de los postulantes por antecedentes de comportamiento tóxico en el trabajo.
“El informe de Rio Tinto solo es impactante para aquellos que no han tenido la experiencia de trabajar o vivir en el sector”, dijo Patricia Procopio, presidenta de Women in Mining Brasil, quien ha estado en la minería por más de 30 años. “Esta es la realidad para muchos de nosotros”.
Más problemas
Según las encuestas hechas por Elizabeth Broderick a 10 303 trabajadores de Rio Tinto, 5311 personas tuvieron una experiencia directa de intimidación (bullying) en los últimos cinco años, siendo las mujeres y los empleados menores de 25 años los más propensos a sufrir acoso.
Por otro lado, 1300 trabajadores informaron una experiencia directa de racismo en el mismo lapso, siendo las empleadas quienes experimentan tasas de racismo ligeramente más bajas.
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