La industria minera en Chile apuesta por la tecnología. Los avances en la robótica han hecho que Escondida | BHP pruebe esta tecnología para optimizar las mantenciones de los molinos mineros.
Los robots hicieron que la tarea demande menos tiempo de intervención. Un trabajador tarda 72 horas en cambiar manualmente las placas de revestimiento y las tuercas, las cuales tienen un peso aproximado de 25 kilos. Los robots hacen la misma tarea con una disminución del tiempo en 30%.
Hay que añadir que las intervenciones con robots agilizan las operaciones con una velocidad de dos metros por segundo y sin suponer un riesgo de accidente en los molinos de bola de la concentradora de Laguna Seca de Escondida.
“Los robots están hace tiempo en la minería. Lo que busca es alejar a los operarios de las tareas peligrosas y los ambientes adversos. Si yo tengo un ambiente contaminado, y el humano no puede ir, envío a un robot”, declaró Javier Ruiz del Solar, director de AMTC Universidad de Chile a Minería 360.
Por su parte, el gerente de Desarrollo de MIRS, Luis Baeza, explicó que el objetivo es desarrollar aún más la inteligencia artificial para que las máquinas tomen sus propias decisiones. «Unimos nuestros conocimientos de minería con los de robótica para cubrir una necesidad”, señaló.
Hay que advertir que la implementación de robots en las operaciones mineras hace que los trabajadores tengan la impresión de que serán reemplazados. No obstante, el objetivo de la nueva tecnología es evitar poner en riesgo al personal en labores peligrosas.
“Todo este tema de la automatización nos ayuda, es el empoderamiento de nuestra gente (…) Cada placa pesa entre 80 y 100 kg, es un peso difícil de manipular. En este caso la interacción de nuestra gente, con este riesgo potencial, es de cero”, señaló Eduardo Romo, supervisor de producción de Electrowinning de BHP.
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