La automatización y la maquinaria controlada a distancia hacen que el mercado mundial de equipos mineros tenga un crecimiento de 125.7 millones de dólares para 2025. La implementación de estas tecnologías, así como las que vendrán en los próximos años, requieren de soluciones de conectividad rápidas, confiables y seguras.
Para satisfacer la necesidad de conexiones estables en ambientes de difícil acceso, los operadores mineros necesitan una red celular creada específicamente para sus casos de uso actuales y futuros. Una red LTE comercial, diseñada para la descarga de videos y datos, no tiene las mismas necesidades de alta seguridad, flexibilidad y tráfico ascendente para manejar las demandas de un entorno industrial como una mina.
Una red LTE comercial es principalmente tráfico «descendente», lo que significa que se usa principalmente para descargar datos. El problema es que, en un entorno industrial, el tráfico pesado se utiliza en sentido inverso: los sensores de la red de dispositivos deben «subir» información a la nube, no «bajarla». Las redes LTE privadas, en cambio, pueden proporcionar una capacidad de subida de hasta 45 mbps.
También hay que tener en cuenta que la conectividad Wi-Fi o VHF Leaky Feeder, que la industria minera ha utilizado tradicionalmente para alimentar dispositivos digitales, es inadecuada para las nuevas tecnologías. Más allá de los requisitos de ancho de banda y velocidad, las redes en situaciones industriales deben ser dinámicas, capaces de moverse a medida que la mina se expande.
Las redes privadas en entornos industriales como la minería implementan principalmente banda ancha móvil 4G/LTE. A medida que la industria continúa adoptando nuevas tecnologías, los sitio mineros requerirán velocidades más altas, mayor rendimiento y menor latencia. Por suerte, los equipos instalados se pueden actualizar a 5G sin necesidad de costosas revisiones de hardware.
Por último, muchas de las funciones conectadas en la digitalización minera son críticas, ya que involucran la seguridad de los trabajadores y integridad estructural del sitio. Una ventaja de un sistema LTE industrial sobre una red comercial es la redundancia total, lo que garantiza que todos los equipos y sistemas permanecerán cubiertos. Los sistemas redundantes son aquellos en los que se repiten datos o hardware de carácter crítico para asegurarlos ante cualquier posible problema que pueda surgir por su uso continuo. Esta tecnología permite a los operadores mantener las funciones críticas en funcionamiento, incluso cuando es necesario reparar o actualizar el sistema.
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