Una solución integral que originalmente nació pensando en la fatiga humana, que ahora incluye la gestión de errores humanos, y cuyo objetivo es gestionar el riesgo para salvar más vidas, fue creada por la empresa Gauss Control. Se trata de un software que ha permitido reducir un importante número de accidentes en Chile.
Casi la totalidad de accidentes están determinados en una mayor parte por factores humanos, afirma apunta José Luis Contreras Morgado, Product Manager de Gauss Control, expositor en la 36ª Jornada de Seguridad Minera Organizada por el Instituto de Seguridad Minera (ISEM).
El primer factor humano son los temas relacionados con la salud, la fatiga humana, la privación del sueño, que producen disminución de nuestras capacidades y afectan nuestros niveles de alerta. El segundo tiene que ver con el «no sé», es decir, cuando no se está completamente capacitado en algo.
En tercer lugar, porque «no queremos», o sea, sabiendo cuáles son los límites que debemos tener, tomamos una decisión que está en contra de lo que sabemos (relacionado con el comportamiento).
Una mirada tradicional considera que, al diseñar un sistema de seguridad, se debe asumir que todas las personas se van a comportar igual y que por un tema aleatorio alguno va a fallar. La realidad es que cada ser humano es diferente y cambia cada mes, cada semana, cada día, incluso cada hora. Por lo tanto, dadas ciertas condiciones y datos, podemos transformar la variable que antes nos parecía aleatoria en algo predecible y segmentar un riesgo, dice.
«Si somos capaces de eso, ya podemos implementar planes de mitigación para reducir un riesgo, pero de manera focalizada. No va a ser necesario implementar un sistema de seguridad a 100 personas, sino que nos enfocamos en el riesgo crítico», destaca Contreras Morgado.
Solución con IA
La solución diseñada se integra a fuentes de información para predecir y reducir las fallas humanas mediante Inteligencia Artificial (IA). La herramienta es capaz de recibir datos de múltiples fuentes de información relacionadas con la fatiga, el sueño, jornadas de turno, temas de salud, y también con respecto al comportamiento.
Toda la data que se recibe permite segmentar el riesgo a través de modelos basados en inteligencia artificial. Se generan indicadores de riesgo de manera precisa y luego se gestionan aquellos riesgos que hayan sido identificados. Se asigna la tarea de mitigar un riesgo identificado, pero además se tiene un enfoque de mitigar riesgos que pueden ser más estructurales, como temas de salud. Ello significa entender que, en el caso de la fatiga, la solución no está relacionada con una sola línea de defensa.
«De hecho, lo más conocido que existe en el mundo de la fatiga son los dispositivos que van dentro de la cabina de un vehículo que tiene por objetivo despertar al operador cuando se está quedando dormido, o cuando está pestañeando, o cuando tiene un evento de microsueño; pero finalmente eso, si bien es muy importante, no es lo único. La fatiga y otros errores humanos deben manejarse en un nivel integral», recalca.
FRMS
En ese sentido, la empresa cuenta con un sistema de gestión de riesgo por fatiga (FRMS) que tiene tres principales líneas de defensa.
Si el operador ha tenido la oportunidad de dormir: son modelos matemáticos relacionados con el estudio de la estructura de turno de una persona para identificar qué tan compatible es ese sistema de turno con la biología humana.
Si ha dormido de manera correcta: a través de módulos de e-learning y microlearning capacitan en temas del sueño a los operadores pero también lo relacionan con un componente de salud, que les permite identificar cuáles son los trabajadores que tienen problemas de sueño. Adicionalmente, cuentan con un modelo que se llama fatiga acumulada que dice cuál es el estado de fatiga en función de los últimos días que ha trabajado la persona, de manera que se hace una predicción de qué tan probable es que en las próximas 24 horas tenga un evento de microsueño, por ejemplo.
Niveles de alerta: asumido que una persona ya tuvo una oportunidad de sueño y que está durmiendo bien, igual puede ocurrir que ingrese a una jornada de turno con un estado de fatiga importante. ¿Cómo se resuelve? Para eso tienen unos dispositivos que a través de una prueba que se hace al operador antes de iniciar su jornada, se identifica el estado de alerta de esa persona. El sistema cuenta con un componente que genera una predicción de los niveles de alerta en las próximas 24 horas de la persona, de manera de poder gestionar los momentos en los que el modelo prediga que la persona estará con un nivel de fatiga alterado o importante.
HERMS
Gauss Control también apunta a un modelo o sistema de gestión de riesgo por errores humanos (HERMS), ya que la fatiga es solo uno de los componentes que explican un error humano. ¿En qué consiste?
En la parte de prevenir, es básicamente pasar de un riesgo inherente a un riesgo residual de la operación a través de acciones normales como el uso de equipos de Protección Personal, charlas de seguridad antes de iniciar la jornada de turno, certificaciones, etc.
En la parte de defender, implica que cuando una persona ya está en perfectas condiciones para trabajar, los errores igual pueden ocurrir, por lo que se debe llevar el riesgo al mínimo y para eso están dispositivos como los sensores.
Es importante predecir el comportamiento de la persona durante su jornada de trabajo y, en el caso de que algo pueda ocurrir, tener a las personas y máquinas monitoreadas para generar las alertas en tiempo real y mitigar el riesgo.
«Al tener sensores y hardware que ayudan a defender a las personas, generamos gran cantidad de data que, si la usamos con los modelos de inteligencia artificial que tenemos, nos permitirá mitigar el riesgo de manera estructural», resalta.
Por ejemplo, cuando hablamos de mitigar estamos hablando de una persona que normalmente está con eventos de fatiga, deteniéndolo antes de iniciar una jornada o generando una alerta cuando está conduciendo un vehículo y se está quedando dormido. Pero cuando eso ocurre de manera reiterada, los datos tienen que personalizar el riesgo y, en ese caso, la persona puede ingresar a un programa de calidad de vida o a un programa de salud para identificar por qué está fallando.
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