La pequeña minería de superficie, a menudo una fuente vital de ingresos para comunidades en todo el mundo, conlleva riesgos significativos para la salud y seguridad de los trabajadores. En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha establecido directrices clave en su artículo «Safety & health in small-scale surface mines», con el objetivo de proteger a los mineros y garantizar condiciones laborales seguras y saludables. Estas directrices abarcan aspectos esenciales como la atención sanitaria, las instalaciones de higiene y la provisión de agua potable, entre otros.
En lo que respecta a la atención sanitaria, es fundamental que un médico competente evalúe a los mineros antes de su primera asignación en una mina, y que se realicen exámenes médicos periódicos, especialmente para aquellos expuestos a materiales o procesos peligrosos. Es imperativo que ningún trabajador que esté enfermo o incapacitado continúe trabajando en la mina, para evitar riesgos adicionales para su salud y la seguridad general en el lugar de trabajo.
Las instalaciones para cambiarse y bañarse son otro aspecto crucial. Se debe proporcionar a los mineros instalaciones adecuadas para cambiarse, guardar y lavar su ropa, y bañarse, asegurando que el agua utilizada sea pura y que las aguas residuales sean gestionadas correctamente.
En cuanto a las instalaciones sanitarias, es responsabilidad del propietario de la mina equipar el área con letrinas y urinarios que no propaguen olores ni contaminen el entorno de trabajo. Estos deben mantenerse limpios y desinfectados en todo momento, asegurando que solo se utilicen las instalaciones designadas para tales fines.
El suministro de agua potable es igualmente vital. Está prohibido que los mineros beban agua directamente de la mina; en su lugar, debe garantizarse un suministro adecuado de agua potable en los lugares de trabajo principales. Además, los recipientes para agua deben ser a prueba de polvo y mantenerse cerrados cuando no se estén utilizando.
En lo que respecta a las áreas para alimentos, no se deben almacenar ni consumir alimentos en zonas expuestas a materiales peligrosos. Las áreas designadas para comer deben ser limpias y protegidas, y no se deben permitir bebidas embriagantes ni narcóticos en la mina, ni permitir que personas bajo su influencia trabajen en la misma.
La implementación de estas medidas es esencial para garantizar un ambiente de trabajo seguro y saludable en la pequeña minería de superficie. Al cumplir con las directrices de la OIT, se protege no solo la salud y bienestar de los mineros, sino que también se promueve la sostenibilidad y eficiencia de las operaciones mineras. Estos esfuerzos son fundamentales para mejorar las condiciones laborales en una industria que, aunque vital, puede ser extremadamente peligrosa si no se manejan adecuadamente los riesgos asociados.
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