La Health and Safety Executive de Reino Unido (HSE) ha publicado una guía titulada «Safety culture maturity model» para que las organizaciones puedan establecer su nivel actual de madurez en la cultura de seguridad y gestionar las acciones necesarias para alcanzar el siguiente nivel en un proceso de cinco etapas.
Si bien el enfoque propuesto por la HSE parece lógico, su eficacia puede verse limitada por la heterogeneidad de la cultura de seguridad en la industria. «Es probable que las empresas o instalaciones que se encuentren en las primeras etapas de desarrollo de su cultura de seguridad requieran técnicas de mejora diferentes a las de aquellas con una cultura de seguridad sólida», advierte el texto.
Identificar la madurez de la cultura de seguridad de una empresa consta de diez elementos. Es probable que una organización esté en diferentes niveles en los componentes, por lo que la decisión sobre qué nivel es el más apropiado deberá basarse en el nivel promedio alcanzado por la organización o instalación que se evalúa. Los diez elementos son los siguientes:
- Compromiso y visibilidad de la dirección
- Comunicación
- Productividad versus seguridad
- Organización de aprendizaje
- Recursos de seguridad
- Participación
- Percepciones compartidas sobre la seguridad
- Confianza
- Relaciones laborales y satisfacción laboral
- Capacitación
Niveles de madurez de la cultura de seguridad en el trabajo
La HSE propone que las organizaciones progresen secuencialmente a través de los cinco niveles, aprovechando las fortalezas y eliminando las debilidades del nivel anterior. Por lo tanto, no es aconsejable que una organización intente saltar un nivel. Es importante, por ejemplo, que las compañías pasen por el nivel de Gestión antes que por el nivel de Participación, ya que es clave que los gerentes desarrollen su compromiso con la seguridad y comprendan la necesidad de involucrar a los empleados de primera línea.
Nivel uno: Emergente
La seguridad se define en términos de soluciones técnicas, procedimiento y cumplimiento de la normativa. La seguridad no se considera un riesgo empresarial clave y se percibe que el departamento de seguridad tiene la responsabilidad principal de la seguridad. Muchos accidentes se consideran inevitables y parte del trabajo. La mayoría del personal de primera línea no está interesado en la seguridad y puede que sólo la utilice como base para otros argumentos, como cambios en los sistemas de turnos.
Nivel dos: Gestión
La siniestralidad de la organización es media para su sector industrial pero suelen tener accidentes más graves que la media. La seguridad se considera un riesgo empresarial y la gestión dedica tiempo y esfuerzo a la prevención de accidentes. La seguridad se define en términos de cumplimiento de reglas, procedimientos y controles de ingeniería. Los accidentes se consideran prevenibles. Los directivos perciben que la mayoría de los accidentes son causados únicamente por el comportamiento inseguro del personal. El desempeño en materia de seguridad se mide en términos de indicadores y los incentivos de seguridad se basan en tasas reducidas a largo plazo. Los altos directivos son reactivos en su participación en la salud y la seguridad (es decir, utilizan el castigo cuando aumentan las tasas de accidentes).
Nivel tres: Involucrar
Las tasas de accidentes son relativamente bajas, pero se han estabilizado. La organización está convencida de que la participación de los empleados de primera línea en SST es fundamental para lograr mejoras futuras. Los gerentes reconocen que una amplia gama de factores causan accidentes y las causas fundamentales a menudo se originan en decisiones gerenciales. Una proporción significativa de los empleados están dispuestos a trabajar con la dirección para mejorar la SST. La mayoría del personal acepta la responsabilidad personal de su propia salud y seguridad. El desempeño en materia de seguridad se monitorea activamente y los datos se utilizan de manera efectiva.
Nivel cuatro: Cooperar
La mayoría del personal de la organización está convencida de que la SST son importantes tanto desde el punto de vista moral como económico. Los gerentes y el personal reconocen que una amplia gama de factores causan accidentes y que es probable que las causas fundamentales regresen a las decisiones de gestión. El personal de primera línea acepta la responsabilidad personal por su propia salud y seguridad y la de los demás. Se reconoce la importancia de que todos los empleados se sientan valorados y tratados de manera justa. La organización pone un gran esfuerzo en medidas proactivas para prevenir accidentes. El desempeño en materia de seguridad se monitorea activamente utilizando todos los datos disponibles. También se controlan los accidentes no laborales y se promueve un estilo de vida saludable.
Nivel cinco: Mejora continua
La prevención de todas las lesiones o daños a los empleados (tanto en el trabajo como en el hogar) es un valor fundamental de la empresa. La organización ha tenido un período sostenido (años) sin ningún accidente registrable o incidente de alto potencial, pero no hay sentimiento de complacencia. Viven con la paranoia de que su próximo accidente está a la vuelta de la esquina. La organización utiliza una variedad de indicadores para monitorear el desempeño, pero no está impulsada por el desempeño, ya que tiene confianza en sus procesos de seguridad. La organización se esfuerza constantemente por ser mejor y encontrar mejores formas de mejorar los riesgos.
Puedes leer aquí la guía completa del HSE sobre la madurez de la cultura de seguridad.
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