El estrés térmico es una preocupación crítica en el entorno minero, donde las condiciones extremas de temperatura pueden tener efectos adversos significativos en la salud de los trabajadores. Es crucial que los especialistas en seguridad minera comprendan los riesgos asociados con el estrés térmico y implementen medidas efectivas para proteger a los empleados.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado la guía «Safety & health in small-scale surface mines» para proporcionar información clave sobre cómo manejar el estrés térmico y garantizar la seguridad en el lugar de trabajo.
Para proteger a los trabajadores del estrés térmico, es fundamental informarles sobre su naturaleza y efectos. La tolerancia al calor está estrechamente relacionada con la hidratación adecuada y una dieta equilibrada. Los trabajadores deben ser capacitados para reconocer los signos y síntomas de los trastornos térmicos, como mareos, desmayos, falta de aliento, palpitaciones y sed extrema.
Además, se debe asegurar que tengan fácil acceso a agua potable o bebidas que favorezcan la rehidratación, evitando aquellas que contengan cafeína, azúcar o sal en altas concentraciones. El agua potable debe estar disponible cerca de cada trabajador o ser suministrada cada hora, y los recipientes deben estar a la sombra o refrigerados a temperaturas de 15-20 °C. Implementar prácticas laborales modificadas, como la reducción de la carga de trabajo y la programación de descansos adecuados, también puede contribuir a minimizar el riesgo de estrés térmico.
La prevención del estrés térmico en el entorno minero requiere una combinación de educación, acceso adecuado a hidratación y ajustes en las prácticas laborales. Al adoptar estas medidas, se puede proteger la salud de los trabajadores y mejorar la seguridad en el lugar de trabajo, contribuyendo a un entorno laboral más seguro y eficiente.
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