El Análisis Funcional de la Conducta (AFC) es una metodología que permite comprender el comportamiento humano, considerando las situaciones en que tiene lugar y las consecuencias que lo mantienen o extinguen.
A partir del AFC podemos establecer los lineamientos estratégicos para modificar la conducta, consiguiendo que los esfuerzos realizados apunten de manera efectiva al cambio conductual esperado, prescindiendo de metodologías meramente intuitivas y de estériles resultados.
En la tarea de prevención de accidentes laborales, el AFC resulta de suma importancia dado que permite optimizar recursos eficientemente para modificar comportamientos inseguros en el trabajo y constituye, además, la base de la metodología conocida como Seguridad Basada en el Comportamiento (SBC). Pero, ¿cómo aplicarla? Para ello, expondremos en tres pasos los elementos claves para desarrollar el AFC en el contexto de la seguridad y salud en el trabajo. Veamos:
1) Defina el comportamiento que desea modificar.
Es importante operacionalizar el comportamiento, es decir, especificarlo en términos objetivos, evitando la interpretación o inferencia. Debe cumplir los siguientes criterios: ser observable y medible; tener su contrapuesto en un comportamiento seguro; y redactarse de manera afirmativa.
2) Analice de manera funcional el comportamiento inseguro.
Observe primero cuáles son aquellas variables que se presentan antes de la emisión de la conducta insegura (a estas se les denomina activadores), luego observe aquellas que se presentan inmediatamente después (a estas se les denomina consecuentes).
3) Elabore un plan de acción.
Intervenga las variables analizadas como consecuentes, dado que son estas las que probabilizan la ocurrencia del comportamiento inseguro.
Para los consecuentes automáticos, converse con el trabajador, explore en sus motivaciones, sea respetuoso y crea en su testimonio, esto generará confianza y compromiso. Indíquele el comportamiento seguro que se espera (subraye la importancia del mismo) y asegúrele que monitoreará personalmente el cambio.
Para los consecuentes contextuales, efectúe una reunión con las jefaturas o la supervisión. Promueva el compromiso para realizar RETROALIMENTACIÓN POSITIVA a los comportamientos seguros de los trabajadores (reconocimiento verbal). Además, enséñeles a identificar oportunidades de mejora cuando se observen comportamientos inseguros. Recuérdeles la importancia de ser buen ejemplo para los trabajadores.
Finalmente, es importante señalar que una de las fortalezas del AFC radica en su objetividad para abordar la conducta humana. Ello facilita el proceso de observarla, registrarla e intervenirla, elementos claves para la gestión de comportamientos seguros en el trabajo, superando a aquellas metodologías que siendo tradicionales y de poca rigurosidad científica se mantienen (paradójicamente) vigentes en los departamentos de seguridad de muchas empresas.
Gabriela dice
He visto muchos casos en los que los accidentes ocurren por no utilizar los EPP y al consultar a los trabajadores el porque de esta conducta no evidencian una respuesta clara. Mas bien pareciera ser una necesidad inconsciente por auto exponerse a situaciones de peligro. ¿Habra una necesidad de buscar el riesgo?… Me pregunto basada en que? La seguridad basada en el comportamiento debe ser abordada mas que por solo la parte conductual… Hay mucho mas. Promovamos la investigación.
Seguridad Minera dice
Muchas gracias por compartir con nosotros su inquietud. Algunos autores y especialistas sostienen que existen muchos factores de carácter personal (incomodidad del epp, exceso de confianza, costumbre de no seguir las reglas) que efectivamente existen, pero que son alentadas por las condiciones del entorno de trabajo, la cultura del centro laboral.