El Consejo Nacional de Seguridad define la conducción defensiva como «conducir para salvar vidas, tiempo y dinero a pesar de las condiciones que lo rodean y las acciones de los demás».
La conducción defensiva salva vidas. Los conductores aprenden los conocimientos y las habilidades necesarias para evitar colisiones evitables.
La conducción defensiva ahorra tiempo. Los conductores defensivos no ahorran tiempo en la carretera apresurándose de un lugar a otro, sino que ahorran el tiempo perdido debido a lesiones y daños en el automóvil. Conducir a la defensiva ahorra dinero. Los conductores defensivos ahorran dinero perdido debido a lesiones, automóviles y otros daños a la propiedad, y tiempo de trabajo perdido.
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