La minería es una actividad estratégica para el desarrollo económico de los países, pero también una de las más riesgosas para quienes trabajan en ella. Explosiones, derrumbes, intoxicaciones por gases, caídas a gran altura o accidentes con maquinaria pesada son parte del panorama. Frente a esta realidad, contar con protocolos eficaces de atención médica y evacuación rápida es fundamental para salvar vidas.
En ese marco, durante el XI Encuentro de Seguridad y Salud Ocupacional para Estudiantes Universitarios del ISEM, el experto Enrique Manuel Saavedra Smith —gerente del Servicio de Atención de Rescate y Contingencias (SARCC) de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía— ofreció una valiosa conferencia sobre la evacuación y el rescate en situaciones de emergencia en minería, con énfasis en la evacuación aeromédica.
La evacuación aeromédica es un proceso especializado de traslado por vía aérea de personas heridas o con enfermedades graves hacia centros médicos de alta complejidad. Estos traslados pueden darse a nivel nacional o internacional, y son particularmente críticos cuando el tiempo de respuesta puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Este tipo de evacuación no solo se emplea en minería, sino también en otras industrias de alto riesgo, en zonas rurales de difícil acceso o en contextos de desastres naturales. Sin embargo, en el sector minero —donde muchas operaciones se desarrollan a gran altitud o en regiones remotas— su aplicación resulta especialmente relevante.
Un eslabón necesario
Saavedra Smith explicó que la evacuación aeromédica entra en acción luego de la fase de rescate. Una vez que la víctima ha sido retirada de la zona de peligro y estabilizada por el personal de primeros auxilios, es fundamental trasladarla rápidamente a un hospital con capacidad de respuesta avanzada.
El especialista resaltó que muchas veces los centros de salud cercanos a las minas no cuentan con todos los recursos necesarios para atender casos complejos. En esos escenarios, es necesario mover al paciente hacia ciudades como Arequipa, Trujillo o, en la mayoría de los casos, directamente a Lima.
El éxito de una evacuación aeromédica depende de tres factores fundamentales: tecnología, logística y capacitación. Por un lado, se requiere de aeronaves adaptadas —como helicópteros, camillas especiales y equipamiento médico de soporte vital— capaces de volar en condiciones extremas y aterrizar en zonas restringidas.
Por otro lado, es imprescindible contar con una logística impecable: coordinación con hospitales receptores, autorización de vuelos, preparación de zonas de aterrizaje en campamentos mineros, y gestión de tiempos mínimos. El tercer componente esencial es el recurso humano: pilotos experimentados, paramédicos especializados y médicos de emergencia con formación en medicina aeroespacial.
La evacuación aeromédica no se limita al transporte de personas. También se utiliza para el traslado urgente de órganos en procesos de donación y trasplante. En algunos casos, se emplea para transportar medicamentos, equipos o insumos médicos en medio de una emergencia. «Por la premura y los tiempos que exige la atención crítica, muchas veces es la única opción viable», indicó Saavedra Smith.
Componente esencial
Implementar este tipo de servicios no está exento de desafíos. Uno de los principales es el alto costo operativo, que debe ser asumido generalmente por la empresa minera. Además, existen barreras normativas y técnicas, como la disponibilidad de aeronaves, las condiciones meteorológicas, la regulación aeronáutica o la capacidad de respuesta de los hospitales de destino.
Aun así, Saavedra Smith fue enfático: «El valor de una vida no puede medirse solo en cifras. Una empresa que protege a su gente también protege su reputación y sostenibilidad».
La conferencia concluyó con un llamado a incorporar de forma estructural los sistemas de evacuación aeromédica en los protocolos de seguridad minera. Más allá de ser un recurso extraordinario, se trata de un componente esencial en una cultura de prevención moderna y comprometida con la vida.
Porque en minería, actuar rápido y bien puede significar todo. Y en ese sentido, la evacuación aeromédica se presenta como un auténtico salvavidas en el cielo.
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