Cada inmueble del mundo necesita un sistema de protección contra incendios específico en función del tipo de área que resguarde y del nivel de riesgo que exista. Sin embargo, hay varias características que generalmente se querrían a la hora de instalar un sistema para extinguir el fuego.
Características como que sea plenamente eficaz; que minimice la humedad de las superficies protegidas tras su actuación; que no tenga impacto en el medio ambiente; que alargue el tiempo de evacuación segura para los ocupantes del inmueble en caso de entrar en funcionamiento; y que cuente con un diseño simplificado capaz de adaptarse a diversas áreas.
Todo ello lo reúne un sistema denominado Victaulic Vortex. Hoy en día hay muchos sistemas de protección contra incendios tienen distintos grados de complejidad: desde los tradicionales sistemas a base de rociadores de agua, los más simples y empleados en el mundo; hasta los agentes de halocarbonos y sistemas de agua nebulizada a alta presión. Cada sistema tiene ventajas y desventajas particulares, dependiendo del nivel de riesgo.
El sistema Victaulic Vortex se consideraría un método híbrido. Se trata de una tecnología que utiliza una suspensión homogénea de líquido (agua) y gas inerte (nitrógeno) a una velocidad alta y una presión baja. Con ello se contribuye a bajar la temperatura en el área afectada y a suprimir el oxígeno para que el incendio no se prolongue. También minimiza la humedad que se deja en del área tras la actuación, reduciendo los daños en los bienes de los inmuebles.
Este método es sustentable y más seguro porque, a diferencia de otras técnicas de extinción de incendios que usan agentes tóxicos, permite su activación en el momento en el que se detecta el incendio, sin tener que esperar a evacuar las instalaciones.
Para lograr el combate eficiente de los incendios y minimizar la humedad en su actuación, el sistema libera pequeñas gotas con un tamaño aproximado de 10 micras. Las mismas tienen una superficie con una capacidad 90 veces mayor para absorber el calor en comparación a las gotas generadas por los rociadores tradicionales.
El tamaño de las gotas permite disminuir el volumen de agua utilizada y maximizar la eficiencia en la absorción de calor, lo cual es posible gracias al desarrollo del nuevo método de suministro y atomización de agua, capaz de eliminar el efecto de arrastre inherente a la propulsión de pequeñas gotas de agua.
La distribución de la suspensión de nitrógeno y agua se hace cubriendo el área de riesgo con movimientos circulares a una velocidad de 64 kilómetros por hora, provocando que el fuego se extinga rápidamente de manera controlada y con poca presencia de agua.
La instalación del sistema no requiere de un suministro de agua externo. Tampoco necesita tuberías adicionales, por ello puede ser utilizado en espacios cerrados o abiertos sin comprometer la integridad del lugar. Además, el sistema ofrece la posibilidad de reestablecerse rápidamente después de una descarga, acortando la interrupción del servicio en las instalaciones.
Por último, Victaulic Vortex se integra con los sistemas de alarma y detección de incendios, así como con los sistemas de seguridad de cualquier inmueble. Por todo ello, el sistema se puede utilizar para proteger oficinas, bibliotecas, cuartos de máquinas, turbinas eléctricas, salas de control y centros de datos, entre otras infraestructuras que necesitan protección.
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