En los últimos años, el sector minero peruano ha venido mejorando paulatina y consistentemente en el campo de la seguridad en el trabajo. Así lo podemos apreciar, por ejemplo, en las estadísticas. Con más de 200 mil trabajadores, las operaciones mineras cerrarán este año con una reducción de accidentes mortales en alrededor de 40% en comparación con el año anterior. Así, en octubre no tuvimos ninguna tragedia que lamentar.
Los trabajadores, empresas, organizaciones del Estado, contratistas, proveedores e instituciones privadas, como nuestro Instituto de Seguridad Minera-ISEM, vienen configurando una nueva cultura de seguridad y salud en el trabajo. Se trata de un difícil camino de largo aliento, pero con un objetivo claro: el cero accidente mortal.
En seguridad laboral, el cero no solo es un número en las estadísticas. Es la expresión de un trabajo bien hecho, donde las actividades proactivas y reactivas se han combinado de una manera tal que permiten prevenir los accidentes y proteger la vida de nuestros colaboradores. En la minería moderna del Perú, la seguridad y salud ocupacional constituyen un fin esencial en la gestión de todas las operaciones… y en ese esfuerzo estamos.
Crear conciencia sobre el autocuidado, así como la magnitud y las consecuencias de los accidentes, las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo minero es una tarea multisectorial y multidisciplinaria. Además de legislación, inversiones, gestión, equipos e ingeniería, se requiere ahondar en los factores que condicionan el comportamiento seguro de nuestros colaboradores y en sus motivaciones más profundas.
A pocos días de culminar el año, el ISEM saluda el esfuerzo de la gran familia minera peruana desplegado en el campo de la seguridad y salud ocupacional, donde el retorno seguro y sano de nuestros colaboradores a sus hogares sea la principal satisfacción. Confiamos en que seguiremos avanzando, paso a paso, en la tarea de construir una minería segura y productiva.
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