La industria estadounidense estrena el primer estándar nacional para gorras de protección contra golpes menores, mientras se prepara una importante actualización del estándar de cascos duros. Estos cambios marcarán un antes y después en la protección de la cabeza de los trabajadores, especialmente en espacios reducidos donde los cascos tradicionales resultan excesivos.
Las lesiones en la cabeza representan uno de los tipos de accidentes más frecuentemente reportados en diversas industrias estadounidenses. Contusiones, laceraciones, moretones y otras lesiones craneoencefálicas causadas por impactos generados por los propios trabajadores afectan a miles de empleados cada año, resultando en costos significativos tanto en términos humanos como económicos. Estos tipos de lesiones son especialmente comunes en lugares de trabajo donde los espacios son reducidos y los trabajadores se encuentran en estrecha proximidad con equipos y accesorios.
Para proteger a los trabajadores de tales lesiones, muchos empleadores utilizan un tipo de equipo de seguridad conocido como gorra de protección o «bump cap». Sin embargo, hasta ahora no existía un estándar industrial para estos productos en Estados Unidos, una carencia que finalmente ha sido subsanada.
Estándar pionero
La Asociación Internacional de Equipos de Seguridad (ISEA), en conjunto con los actores de la industria, ha desarrollado el ANSI/ISEA 100-2024, un estándar voluntario de consenso industrial que establece los criterios mínimos de rendimiento, pruebas y etiquetado para gorras de protección industriales y insertos utilizados en el lugar de trabajo.
Según explica Isabelle Dupuis, gerente regional de Marketing para Delta Plus North America y miembro activo del Grupo de Productos de Protección de Cabeza de ISEA, una gorra de protección es un dispositivo ligero de protección craneal diseñado para proteger la cabeza de golpes y rasguños menores, no de impactos de objetos que caen como lo hacen los cascos duros, razón por la cual merecen un estándar dedicado.
El nuevo estándar clasifica las gorras de protección industriales en dos niveles de rendimiento. Las gorras de Nivel 1 son probadas para penetración en el vértice y una transmisión de fuerza equivalente a 7.5 J en un solo punto en la parte frontal y en un solo punto en la parte posterior de la corona. Las gorras de Nivel 2, por su parte, son probadas para penetración en el vértice y una transmisión de fuerza equivalente a 12.5 J en dos puntos en la parte frontal y en dos puntos en la parte posterior de la corona.
Cam Mackey, presidente y CEO de ISEA, enfatiza que «las gorras de protección son un componente vital de la protección integral de la cabeza en el lugar de trabajo», aunque aclara que el ANSI/ISEA 100-2024 no es un reemplazo para productos cubiertos por ANSI/ISEA Z89.1, que proporcionan un nivel de protección completamente diferente para una variedad de peligros similares y diferentes.
Aplicaciones prácticas
Las gorras de protección son particularmente útiles en entornos donde los cascos duros podrían ser excesivos, pero el riesgo de lesiones en la cabeza aún existe. Dupuis menciona varios ejemplos donde el uso de una gorra de protección es apropiado: mecánicos trabajando bajo vehículos o en espacios estrechos, trabajadores de manufactura expuestos a maquinaria o estantes de baja altura, personal de mantenimiento de aviación trabajando dentro de bodegas de aeronaves, empleados de servicios públicos como técnicos de electrodomésticos, y trabajadores de procesamiento de alimentos.
La selección de la gorra de protección adecuada bajo el nuevo estándar implica considerar varios factores, incluyendo requisitos específicos del sitio de trabajo como bordes cortos para mejorar la visibilidad en espacios reducidos, comodidad y ajuste mediante espuma acolchada, ventilación y dimensionamiento ajustable para aumentar la aceptación del usuario, y la disponibilidad de insertos universales para trabajadores que ya usan gorras uniformes.
Paralelamente, se espera que la revisión 2025 del estándar ANSI/ISEA Z89.1 para protección craneal industrial aborde tendencias emergentes. Javier Hug, miembro activo del Grupo de Productos de Protección de Cabeza de ISEA, indica que «la nueva revisión proporcionará protección adicional tanto para cascos duros Tipo I como Tipo II, lo que incluye requisitos de barbiquejo, efectividad del sistema de retención y absorción de energía en los lados, frente y parte posterior».
Estos desarrollos representan un avance en la seguridad laboral, proporcionando a fabricantes y profesionales de seguridad puntos de referencia para una protección craneal confiable, cómoda y efectiva, mientras la industria continúa evolucionando hacia estándares más rigurosos y específicos para diferentes entornos de trabajo.
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