El uso de calzado de protección es fundamental para prevenir lesiones y garantizar. Puede proteger los pies contra caídas de objetos, perforaciones, resbalones y descargas eléctricas, dependiendo del tipo de riesgo presente. Además, puede mejorar la estabilidad y el agarre, reduciendo el riesgo de torceduras y caídas. Es importante elegir un calzado que cumpla con los estándares de seguridad relevantes y que se adapte correctamente al pie para maximizar la protección y la comodidad. El uso consistente de calzado de protección puede prevenir lesiones dolorosas y costosas, y contribuir a crear un entorno de trabajo más seguro y saludable.
Resistencia eléctrica
El calzado de seguridad para riesgos eléctricos es necesario para proteger a los trabajadores contra posibles accidentes eléctricos en el lugar de trabajo. Este tipo de calzado está diseñado para resistir descargas eléctricas, aislar eléctricamente al usuario o conducir la electricidad de manera segura.
Se utiliza en situaciones donde es necesario conducir la electricidad de manera segura, como en entornos controlados donde se requiere la conexión eléctrica a tierra. Este calzado está fabricado con materiales aislantes que evitan que la electricidad pase a través de ellos y llegue al usuario. Su suela proporciona una barrera de protección adicional al ser resistente al contacto con cables energizados. Es importante seleccionar calzado que cumpla con las normas de seguridad establecidas y que esté certificado para su uso en entornos eléctricos.
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