La Comisión Global de Inversores sobre Minería 2030 entró en la Bolsa de Valores de Londres para abordar los riesgos sistémicos que enfrenta el sector minero respecto a su licencia social para operar y el papel que debe desempeñar en el suministro de los minerales para la transición baja en carbono.
La agenda de la Comisión está dirigida a la reforma de todo el sector para 2030 y ser apoyada por inversores, bancos, aseguradoras y empresas/clientes de la demanda de minerales. Su papel clave es identificar brechas en los estándares de mejores prácticas globales en los riesgos sistémicos sociales y ambientales, incluida la minería artesanal, la gestión de desechos, la protección de la biodiversidad, el trabajo infantil y el papel que juegan los minerales en la generación de conflictos.
Para 2050, el Banco Mundial pronostica un aumento del 500 % en la demanda de metales y minerales, como litio, níquel y grafito, utilizados para producir las tecnologías de energía limpia necesarias para cumplir con los objetivos del Acuerdo Climático de París. Esto hace que la producción minera sea cada vez más responsable, siempre evitando dañar a las comunidades y ele medio ambiente.
“Para lograr el cero neto se requiere una expansión de la minería. Y, sin embargo, la industria no podrá expandirse sin gestionar los riesgos sistémicos inherentes a las represas de relaves propensas a colapsar, al impacto de la automatización en la fuerza laboral, a las relaciones con los mineros artesanales y donde la minería contribuye o genera conflictos. Estos son problemas de todo el sector que requieren respuestas sistémicas si se quiere que la minería asegure la confianza de la sociedad para catalizar el flujo de capital requerido para su expansión», declaró Adam Matthews, presidente de la Comisión de Inversores Globales sobre Minería 2030.
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