Algunos trabajadores pueden tener necesidades particulares en materia de formación. Por ejemplo, los trabajadores recién incorporados al trabajo necesitan formación inicial básica sobre cómo trabajar en condiciones de seguridad, inclusive sobre las disposiciones de primeros auxilios, incendios y evacuación.
La OIT señala que los trabajadores que cambian de puesto o que asumen nuevas responsabilidades deben conocer las implicaciones que ello pueda tener para la seguridad y la salud.
Los trabajadores jóvenes son particularmente vulnerables a los accidentes del trabajo y el empleador debe prestar especial atención a sus necesidades, por lo que la formación debería ser una prioridad.
La evaluación de los riesgos del empleador debería identificar cualquier necesidad de formación asociada a riesgos específicos, explica la OIT. Si se han detectado áreas en el lugar de trabajo que plantean algún peligro, el empleador debe asegurarse de que los trabajadores reciben instrucción y formación adecuada sobre las precauciones que deben adoptar antes de acceder a dichas áreas.
Este artículo se encuentra completo en nuestra edición 173 disponible en la APP Seguridad Minera. Para leer la información completa y todas las imágenes exclusivas descargue la aplicación desde el Play Store o App Store.
Deja un comentario