La minería no es ajena a las enfermedades pulmonares ocupacionales. De acuerdo con el organismo estatal Safe Work Australia, las afecciones al sistema respiratorio son recurrentes cuando el personal está expuesto a peligros como el polvo, gases, humos, vapores, nieblas o microorganismos. Veamos cuáles son tipos de enfermedades pulmonares ocasionados por el ambiente laboral para el bienestar del personal.
Los peligros causantes del malestar pulmonar son contaminantes transportados por el aire, las cuales son sustancias potencialmente dañinas y que no se encuentran naturalmente en el aire; también pueden estar presentes en una concentración anormalmente alta en zonas de trabajo según la actividad laboral, por lo que trabajadores estarían en riesgo.
Las enfermedades pulmonares ocupacionales incluyen una amplia gama de cuadros que pueden ser agudos, subagudos o crónicos, y de naturaleza maligna, benigna o infecciosa.
La neumoconiosis es una enfermedad pulmonar causada por respirar ciertos tipos de polvo, los cuales pueden variar entre polvo con aluminio (aluminosis), amianto (asbestosis), polvos o vapores con berilio (beriliosis, también llamada enfermedad crónica por berilio), polvo de algodón (bisinosis), polvo de carbón (neumoconiosis de los trabajadores del carbón, a veces llamado ‘pulmón negro’), polvos de metales duros como tungsteno, carburo de tungsteno y cobalto (neumoconiosis de metales duros, también llamada enfermedad pulmonar de metales duros), sílice cristalina (silicosis) y polvo de talco (talcosis).
Otras enfermedades pulmonares pueden ser causadas por inhalar asbesto o polvo de madera (mesotelioma y otros cánceres); algunos productos químicos o alérgenos, como el polen (asma); algunos gases o humos (bronquitis crónica o enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y exposición a la bacteria Coxiella burnetii en polvos y aerosoles contaminados (Fiebre Q).
En caso de haber riesgo de contaminación, Safe Work Australia recomienda identificar y evaluar el peligro, a través de una inspección y consultando a los trabajadores; eliminar y gestionar los riesgos según la urgencia, mediante políticas de sustitución, aislamiento y control administrativo; y supervisión constante para evitar que el riesgo vuelva a ser una amenaza.
Deja un comentario