En la clasificación de riesgos ocupacionales, las radiaciones ionizantes son agentes de tipo físico y se clasifican internacionalmente de acuerdo al tipo de radiación.
Se considera trabajadores profesionalmente expuestos a aquellos que por circunstancias en que se desarrolle su trabajo habitual, son susceptibles de recibir dosis superiores a un décimo de cualquiera de los límites anuales de dosis considerada. Por precaución estos deben usar dosímetros, los cuales deben ser analizados mensualmente.
Los trabajadores que laboran en actividades de salud en las áreas de radiodiagnóstico, radioterapia; los trabajadores que laboran en la extracción y tratamiento con materiales radioactivos, fabricación de aparatos médicos para radioterapia, trabajo en las industrias que utilicen rayos – y sustancias radioactivas son considerados expuestos a radiaciones.
Las radiaciones se consideran como factor de riesgo a toda aquella emitida por una fuente no natural mayor a 360 mrem (considerada como basal) siendo esta exposición de tipo continuo o circunstancial.
- Irradiación externa: cuando la radiación procede de fuentes localizadas fuera del organismo. Sus efectos dependen del poder de penetración de la radiación; la superficie absorbe en su mayor parte las radiaciones con poco poder de penetración, mientras que las de alto poder alcanzan órganos y tejidos más profundos.
- Irradiación interna: se produce cuando penetra cualquier tipo de radionúclido al organismo, ya sea por vía digestiva, respiratoria, dérmica parenteral, depositándose en un órgano o tejido.
Datos clínicos de la enfermedad
Los efectos biológicos producidos por la radiación se clasifican en somáticos y hereditarios; son somáticos si se manifiestan en el individuo expuesto; son hereditarios si se manifiestan en la descendencia del individuo expuesto.
En cualquier caso, entre la exposición a las radiaciones ionizantes y la presentación de un efecto biológicamente apreciable, transcurre siempre un lapso denominado período de latencia (que no es tal, pues en él están ocurriendo cosas) que si para muchos de los efectos de la irradiación es relativamente corto, para algunos efectos somáticos puede ser sumamente largo, de años, y para los efectos genéticos precisan muchas generaciones antes de su aparición.
Efectos somáticos
Se pueden clasificar según:
- Relación dosis-efecto: en efectos estocásticos y deterministas.
- Tiempo de aparición de los signos: en tempranos (horas a días) y tardíos (meses a años).
- Posición de la fuente con respecto al órgano comprometido: en exposición externa (rayos X) y contaminación interna (radioisótopos).
Efectos localizados
Efectos en la piel
Las radiaciones inducen a un daño a nivel del sistema inmune de la piel, además de un bloqueo a nivel de los factores de crecimiento de los distintos tipos celulares. Se producen alteraciones en huellas digitales, las cuales tienden a desaparecer; el vello de las manos desaparece; las uñas pueden volverse quebradizas, agrietadas o acanaladas; o puede incluso presentarse radiodermatitis crónica.
La radiodermatitis crónica
Puede presentarse cuando la dosis total de radiación alcanza como mínimo los 20 a 30 Gy (gray). Sus manifestaciones son parestesias, trastornos de la sensibilidad, dolor, prurito, sequedad de la piel, desaparición de las líneas en las palmas de las manos y en las superficies de las falanges terminales y distrofia moderada de las uñas de los dedos. Después de dosis acumuladas del orden de 40 Gy aparecen grietas dolorosas en la piel, hiperqueratosis focal e hiperemia congestiva. Las úlceras tardías por radiación pueden presentarse después de dosis acumuladas de 50 Gy o más. Esta dolencia tiene un curso muy lento y la capacidad curativa del cuerpo queda notablemente disminuida. En el lugar de la lesión puede presentarse a veces un carcinoma cutáneo por radiación.
Irradiación de la región abdominal
Las primeras manifestaciones son algunos trastorno en la alteración de la motilidad intestinal y la secreción de jugos gástricos que puede quedar interrumpida transitoria o permanentemente. Las ulceraciones provocadas por la irradiación pueden conducir a sobre infecciones localizadas que pueden extenderse al torrente circulatorio provocando trastornos sépticos graves. Los daños más graves se registran a nivel del epitelio de intestino delgado. Dosis mayores de 15- 20 Gy son letales; dosis menores permite una recuperación en 21 días.
Irradiación gonadal
Está muy difundida la creencia de que la irradiación laboral puede determinar impotencia y esterilidad, temor que es completamente infundado, por cuanto las dosis necesarias para determinar la esterilidad solamente pueden alcanzarse tras elevadas exposiciones, que solo pueden darse en caso de radioterapia, agresión o accidente nuclear. No existe riesgo de esterilidad en trabajadores de las radiaciones, salvo si el trabajo es realizado de forma incorrecta, sin atenerse a las normas de protección, en cuyo caso podría, a veces, presentarse esterilidad a muy largo plazo.
Irradiación torácica
A nivel pulmonar produce un cuadro de neumonitis y posterior fibrosis que se presenta entre 8 a 16 semanas de la exposición al que se le denomina neumonitis por radiación y se caracteriza por disnea, tos y febrícula que puede ceder espontáneamente en semanas. Como complicaciones de estas alteraciones se encuentran sobreinfecciones de bronquiectasias que se forman tardíamente.
Además se indican hallazgos en las placas de rayos X de tórax simple y la tomografía axial computarizada que inicialmente son escasos, pero que posteriormente incluyen opacidades, consolidaciones discretas, retracciones, bandas de fibrosis e infiltrados parentaquimatosos. En las pruebas de función pulmonar se encuentra una disminución de la capacidad vital que puede retornar a la normalidad en el año siguiente.
A nivel cardíaco produce disfunción ventricular derecha, pericarditis oculta y disfunción valvular. En el electrocardiograma se encuentran arritmias y trastornos de la conducción como bloqueos AV. En ocasiones no se encuentra ningún tipo de alteración evidente.
Efectos oculares
Con dosis locales de 2 Gy puede provocar opacidad del cristalino seguida de formación de cataratas. La importancia de la lesión, como el tiempo de desarrollo de la misma, depende de la dosis administrada. Es típica la formación de una catarata subcapsular por radiación en el polo posterior del cristalino. En sus primeros estadios es muy fácil distinguirla de una catarata senil; sin embargo, esto deja de ser posible si está también afectado el núcleo del cristalino.
Efectos renales
Con dosis de 7 a 8 Gy se puede producir algunos trastornos funcionales que pueden llevar a cuadros de nefroesclerosis, con engrosamiento de las arteriolas, hipertensión e insuficiencia renal.
Efectos en tiroides
A bajas dosis se puede desarrollar enfermedad nodular y tener un riesgo sustancial de cáncer. Se observan efectos como el hipotiroidismo franco o en la mayoría de las ocasiones, subclínico.
Irradiación de cuerpo entero
Síndrome cerebral: cefalea, fiebre, hipotensión, náuseas, vómito y diarrea, se presentan a los 30 minutos de exposición, a dosis de 50-100 Gy lleva a la muerte al cabo de 1-2 días.
La irradiación de todo el cuerpo con más de 1 Gy de radiación penetrante en una sola exposición o a lo largo de 1 o 2 días produce el llamado Síndrome de Radiación Agudo que se caracteriza por las lesiones y la muerte de las células y los tejidos expuestos.
Síndrome intestinal: pérdida del apetito, náuseas, vómito y diarrea mejoran a los 2-3 días, pero si la dosis es de 10-50 Gy, las lesiones son irreversibles y se presenta la muerte al cabo de 2 semanas.
Síndrome de médula ósea: se presenta con dosis mayores a 10 Gy, para lo cual no hay terapia adecuada y la muerte sobreviene al cabo de horas o días. Con dosis menores de 1 Gy, el síndrome de médula ósea, aun siendo letal, es susceptible de tratamiento. Las irradiaciones accidentales ocasionan diversas alteraciones de las series celulares, encontrándose inicialmente linfopenia, neutropenia y granulocitopenia en general.
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