3M™ tiene un programa administrativo de protección de manos que presenta cuatro aspectos básicos para su cuidado.
1. Identificación de riesgos
Se debe conocer los tipos de riesgos a los cuales el trabajador se ve expuesto. Existen los riesgos mecánicos, los cuales pueden ser: corte, punción, abrasión, desgarre, enganche y contusión. También existen los riesgos químicos, los cuales pueden ser continuos o intermitentes, y pueden ser causados por líquidos o gases. Igualmente existen riesgos a partir de altas o bajas temperaturas, fuego, contaminantes microbiológicos, electricidad y radiación. Hay ciertos factores adicionales que agravan o atenúan el riesgo, tales como la capacidad de agarre, flexibilidad, sensibilidad dactilar, destreza, tipo de puño, comodidad y frescura.
2. Efectos de los contaminantes en la salud
Existen dos tipos de efectos negativos de trabajar sin guantes cuando tu trabajo lo requiera. Los efectos regenerativos pueden curarse con el tratamiento adecuado pero igual pueden ser sumamente dolorosos y dejar estragos en la funcionalidad de las manos. Estos tipos de efectos pueden ser micosis, callosidades, cortes leves, quemaduras superficiales, inflamación de la piel, heridas, hematomas y dislocación o rotura de huesos. Luego se encuentran los efectos no regenerativos, los cuales no pueden ser curados y en muchos casos causan que las manos pierdan completamente su funcionalidad. Dentro de estos efectos tenemos la pérdida de piel y/o músculo, daños al sistema circulatorio de las manos o a sus nervios, alteración de la sensibilidad, cicatrices por heridas o quemaduras severas, y pérdida parcial o total de dedos o de la mano.
3. Control de riesgos
Para controlar los riesgos de la manera más completa posible, es necesario conocer las cualidades del equipo de protección personal, en este caso, los guantes de seguridad. Existen parámetros como la estructura y el modo de acción del mismo. Se tiene, por ejemplo, la selección de insumos seleccionados, la sanitización que hayan recibido, la cual inhibe el crecimiento de hongos y bacterias mientras que retarda la aparición del mal olor y otorga mayor protección contra infecciones de piel y uñas. El armado del forro, gracias al diseño ergonómico, influye en generar una menor fatiga junto con mayor firmeza y flexibilidad. El baño del forro con plástico seleccionado otorga protección para cada tipo de riesgo a los que se pueda ver uno expuesto. Para este último punto es necesario tener en cuenta que a mayor espesor del guante, menor flexibilidad y sensibilidad, pero mayor protección. Al momento de elegir un guante uno debe considerar el tipo de plástico con el que debe trabajar, tipo de puño y tipo de superficie. Para seleccionar el modelo del guante adecuado, se deben seguir los siguientes pasos:
- Identificar riesgos físicos y químicos de la tarea a realizarse.
- Considerar otras características requeridas (destreza, sensibilidad, calor).
- Seleccionar el guante que ofrezca la combinación óptima de protección y características, tanto a los factores físicos como químicos.
- Seleccionar el espesor y soporte necesarios.
- Seleccionar el acabado para el agarre que requiere la aplicación.
- Seleccione el largo del guante (determinando la profundidad a la que se sumergirá la mano).
- Seleccionar la talla adecuada para tener la mejor destreza y comodidad.
Considerando todas estas pautas, se habrá elegido satisfactoriamente un guante de seguridad para proteger de manera adecuada las manos en el trabajo.
4. Entrenamiento en el uso y mantenimiento de equipos
El cuarto paso es aprender a utilizar y cuidar el equipo de protección de manos. Existen diversos factores que afectan la vida útil del mismo. Estos pueden ser propios de la tarea, tales como la frecuencia de contacto –constante o intermitente–, concentración del contaminante, humedad, calor. También pueden ser propios de la persona, como sudoración o mantenimiento que le dé a sus guantes de seguridad. Por último pueden ser propios del guante, estando involucrado por ejemplo la selección adecuada, el tratamiento retardante de hongos y bacterias y la calidad de producto (forro, costuras, grosor de las capas de plástico).
Para reemplazar el equipo de protección personal, este debe haber perdido funcionalidad y/o debe implicar algún riesgo. Esto puede ocurrir cuando presente roturas, áreas descubiertas, permeación, desgaste severo, cuando pierda requisitos para desempeñar eficientemente la tarea para la cual ha sido adquirido, cuando presente riesgo de dermatitis/hongos, o simplemente cuando no sea el adecuado para el trabajo a realizar.
Existen dos tipos de guante según su mantenimiento. Están los reusables, los cuales deben lavarse con agua y jabón antes de retirárselos (diariamente), y se debe usar solventes o detergentes sólo cuando el guante sea resistente a ellos (y nunca cuando no sea impermeable). Los guantes de hilo se pueden lavar a máquina (dejar secar antes de colocárselos). Siempre se debe dar la vuelta a los guantes de seguridad al final del turno para su ventilación. También existen los desechables, los cuales no se recomienda se usen más de una vez.
Publicado en la Revista Seguridad Minera nº123.
JOSÉ LUIS OJEDA BRAVO dice
feliciaddes por su página, excelente!!!
Seguridad Minera dice
¡Muchas gracias por seguir nuestra página web!