Los andamios de trabajo son construcciones temporales que se precisan para proporcionar un acceso y lugar de trabajo seguros para la construcción, mantenimiento, reparación o demolición de edificios y otras estructuras. Básicamente existen tres tipos perfectamente diferenciados: el andamio de fachada, el andamio multidireccional o de volumen y las torres móviles.
El andamio de fachada tiene capacidad para dar respuesta a las necesidades de cubrir cualquier fachada y le permite abordar con total seguridad las distintas configuraciones que se presentan en rehabilitación, aplicación de revestimientos, mantenimiento y albañilería en general. El sistema está compuesto fundamentalmente de marcos que unidos mediante plataformas, barandillas y diagonales, ofrecen, junto a los diferentes elementos de seguridad, conjuntos adaptables a cualquier fachada.
El andamio multidireccional es un sistema de gran versatilidad capaz de cubrir a plena satisfacción las diferentes configuraciones y aplicaciones que se presentan en restauración, rehabilitación, ocio, espectáculos y mantenimiento industrial. El sistema, basado en elementos longitudinales, presenta un disco de unión que permite el ensamblaje de todos los elementos, proporcionando al conjunto una gran rigidez y estabilidad.
Las torres móviles son andamios capaces de desplazarse manualmente sobre un terreno firme y nivelado. Estas torres presentan una solución segura y eficaz para abordar trabajos en altura referentes a instalaciones eléctricas, trabajos de albañilería, pintura, limpieza de cristales, etc.
La Asociación de Empresas Montadoras de Andamios-AEMA de España explica en términos generales algunos puntos sobre la seguridad durante el montaje de estos tipos de andamios.
Seguridad individual
El personal montador que deba acceder al andamio deberá disponer y estará obligado a utilizar el equipo de protección individual. En los andamios con material multidireccional y de tubo y grapa, bien por cuestiones de aplicación o económicas, es frecuente limitar el número de plataformas. En estos casos hay que tener en cuenta que la seguridad de los montadores se ve alterada, haciéndose imprescindible el empleo del arnés de seguridad.
Como norma general, siempre que exista posibilidad de caída desde una altura igual o superior a 2 m, y no se disponga de barandillas en todo el contorno, será obligatorio el empleo del arnés de seguridad.
El arnés de seguridad se anclará a:
- Cables o cuerdas previamente tendidas y previstas para este fin.
- Puntos firmes de la edificación.
- Estructura del andamio ya asegurada.
Inicio del montaje
Los elementos que denoten algún fallo técnico o un mal comportamiento estructural se desmontarán de inmediato, procediendo a su reparación o sustitución. Así mismo, las herramientas de montaje o los equipos de protección que presenten algún defecto deberán ser sustituidos por otros.
Aquellas partes del andamio que no estén listas para su utilización, principalmente durante el montaje y el desmontaje, deberán señalizarse y estar delimitadas convenientemente mediante elementos físicos que impidan el acceso a la zona de peligro.
La realización de un correcto replanteo es básico para efectuar un trabajo seguro, con lo que este siempre se deberá ejecutar según un croquis de montaje o las instrucciones dadas por los técnicos, el encargado o el fabricante. Se procederá al reconocimiento del terreno con el fin de determinar el apoyo más correcto. Los arranques estarán sobre apoyos sólidos y nivelados, con bases regulables de nivelación con reparto de carga y en caso necesario sobre una base de madera.
Si el terreno es poco firme, el tipo de apoyo lo decidirá el director técnico de la obra. En zonas urbanas se tendrá una atención especial procurando dejar libres de paso los accesos a comercios e inmuebles, así como dejando libres las tapas de arquetas. Será el director técnico de la obra el encargado de evaluar el riesgo de contacto eléctrico.
Proceso de montaje
No se iniciará un nuevo nivel sin antes haber concluido el de partida con todos los elementos de seguridad, amarres, arriostramientos y medios de acceso que le correspondan.
La seguridad alcanzada en el nivel ya consolidado será tal que ofrecerá las garantías necesarias como para amarrarle el mosquetón del arnés de seguridad. Antes de subirse a una plataforma andamiada deberá revisarse su estructura para evitar las situaciones inestables.
Las uniones entre tubos se realizarán con el sistema previsto por el fabricante, evitándose el uso de cuerdas, alambres, etc.
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