En el mundo industrial moderno, donde la maquinaria compleja y los sistemas energizados dominan los centros de trabajo, la implementación efectiva de procedimientos de Lockout/Tagout (LOTO) se ha convertido en una línea de defensa fundamental para proteger la vida de los trabajadores. Esta práctica de seguridad, respaldada por rigurosos estándares internacionales y regulaciones gubernamentales, representa la diferencia entre un mantenimiento seguro y una tragedia evitable.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) estableció en su regulación 29 CFR 1910.147 los lineamientos fundamentales para el control de energía peligrosa en Estados Unidos.
Este estándar, actualizado en 2023, exige que los empleadores desarrollen, implementen y mantengan un programa de control de energía que incluya procedimientos específicos, capacitación del personal y auditorías periódicas del sistema.
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