Se considera al acetileno un gas peligroso por su inflamabilidad y porque forma una amplia gradación de mezclas explosivas con el aire.
Además, aunque no se lo considera un gas tóxico, puede causar asfixia cuando reduce la concentración de oxígeno a menos de 18% en volumen.
El acetileno puro es un gas incoloro e inodoro a temperaturas y presión atmosférica normales. La graduación comercial del acetileno, que se obtiene del cloruro de calcio, tiene un olor definido, semejante al ajo.
Propiedades
El acetileno desprende un calor considerable cuando se descompone. Cuando se quema en combinación con el oxígeno, genera una llama con temperatura de 3,300 °C.
La temperatura de ignición mínima de mezclas a acetileno-aire del 30 al 70% de acetileno es de aproximadamente, 300°C. La temperatura de ignición varía de acuerdo con la composición de la mezcla, la presión, el contenido de agua-vapor y temperatura inicial de la mezcla. El acetileno puro tiene una temperatura de ignición de 644°C.
El acetileno es muy soluble en acetona. Una cantidad dada de acetona disuelve 300 veces esa cantidad de acetileno a una presión de 12 kg/cm2. El acetileno es un poco más liviano en el aire.
Peligros
El acetileno puede ser inhalado en cantidades relativamente elevadas sin efectos crónicos perjudiciales, a pesar de que puede tener un efecto anestésico. La principal acción del acetileno es la de asfixiante simple, vale decir, que en altas concentraciones puede desplazar al oxígeno que normalmente hay en el aire y dar por resultado asfixia. Las concentraciones que pueden desplazar un porcentaje suficiente de oxígeno atmosférico normal (21%), sobrepasan el límite inferior de inflamabilidad que es del 2,5%
El acetileno producido a base de carburo puede contener vestigios de impurezas tóxicas, como fosfina, amoniaco y sulfuro de hidrógeno.
Si hubiese cantidades suficientes será necesario considerar los peligros vinculados con la inhalación de estos gases. El acetileno comercial tuene una pureza mínima de 99.6%. Deberán controlarse las especificaciones del fabricante a fin de determinar la cantidad de impurezas presentes.
Las concentraciones de acetileno en aire, dentro de los límites de inflamabilidad, encierran un grave peligro de incendio y explosiones.
Las concentraciones de acetileno deben mantenerse por debajo de 25% del límite inferior de inflamabilidad, menos de 6,500 partes por millón (ppm), para evitar un fuego o una explosión.
El acetileno reacciona con metales tales como el cobre, la plata y el mercurio para formar, espontáneamente, acetiluros explosivos. Las mezclas de acetileno cloro o flúor son fotosensibles y pueden explotar al exponerse a la luz del sol. El acetileno gaseoso a presión puede descomponerse en hidrógeno y carbono con fuerza explosiva. A pesar de que esta descomposición puede producirse, en ciertas condiciones, a bajas presiones, la experiencia indica que es posible aceptar generalmente una presión absoluta de 2.1 kg/cm2 como una presión segura cuando se usa acetileno en equipos diseñados por fabricantes experimentados, para presiones que no excedan de 2.1 kg/cm2.
Manejo y almacenamiento
Los cilindros de acetileno deben ser almacenados un lugares protegidos, ventilados y secos, por lo menos a seis metros de materiales altamente combustibles, como son aceites o virutas de madera. Los cilindros deben ser almacenados en lugares perfectamente definidos lejos de ascensores, escaleras o pasarelas. Además, deben ubicarse donde no sean golpeados o dañados por objetos que pasen o caigan o que estén sujetos a manoseos por personas no autorizadas.
No debe guardarse cilindros en recintos sin ventilación. Como armarios, y éstos habrán de mantenerse alejados de radiadores y otras fuentes de calor.
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