Para la mayoría de las personas, las primeras señales de exposición a concentraciones bajas de monóxido de carbono (CO) incluyen ligeros dolores de cabeza y falta de aliento cuando se hacen ejercicios moderados.
La exposición aguda o continua puede producir síntomas de gripe, incluidos dolores de cabeza más fuertes, mareos, cansancio, náuseas, confusión, irritabilidad y pensamiento confuso, falta de memoria y coordinación.
Al monóxido de carbono le llaman “el asesino silencioso” porque si uno no presta atención a estas primeras señales, la persona puede perder la conciencia y la capacidad de salir del peligro. Es el caso de las personas que están dormidas o han consumido alcohol, quienes pueden morir de envenenamiento con monóxido de carbono incluso antes de presentar síntomas.
Asimismo, la persona puede no tener síntomas y al mismo tiempo estar expuesta a niveles peligrosos de CO. Cuando se respira concentraciones bajas de CO, puede no sentirse síntomas obvios, pero esta baja exposición puede causar daños a la salud en el largo plazo, aún después de que se haya eliminado la fuente de CO.
Estos efectos incluyen daños neurológicos a largo plazo, por ejemplo dificultad para aprender y retener datos en la memoria, efectos emocionales y de personalidad, y trastornos sensoriales y motores.
En caso de percibir síntomas de envenenamiento por CO
Conseguir aire fresco inmediatamente. Abrir puertas, ventanas y apagar estufas, hornos, calentadores y aparatos de ese tipo, y salir del ambiente.
Llamar a un centro de control de venenos, o al área de expertos que orientaran sobre la necesidad de recibir atención médica.
Consejos para la prevención del envenenamiento con monóxido de carbono
- Verifique todos los años los sistemas de calefacción y los aparatos que queman combustible.
- Evite el uso de aparatos de combustión sin ventilación.
- Nunca queme combustible en ambientes interiores, salvo en cocinas o calderas fabricadas para usar sin riesgo.
- Esté alerta a posibles signos de envenenamiento con monóxido de carbono.
- Mantenga los aparatos de gas correctamente calibrados.
- Cerciórese de que todos los aparatos interiores que queman combustible estén en buen estado y tengan la ventilación adecuada.
- Nunca deje el auto encendido en el garaje, ni siquiera con la puerta del garaje abierta al exterior.
- Si sospecha de un envenenamiento con monóxido de carbono, consulte de inmediato a un profesional de salud.
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