Una explosión de gas en la mina de carbón de Harnai, ubicada en la provincia de Baluchistán (Pakistán), ha dejado el saldo de al menos 12 mineros fallecidos. El trágico incidente ocurrió la noche del pasado martes en el pozo privado de Harnai, sumergiendo a los trabajadores a unos 240 metros bajo tierra en el derrumbe subsiguiente.
Los equipos de rescate trabajaron sin descanso durante la noche, logrando recuperar los cuerpos de los 12 mineros el miércoles. Ocho personas adicionales, que se encontraban entre los que intentaban salvar a sus compañeros, quedaron atrapadas durante varias horas. Los rescatados fueron llevados a un lugar seguro, algunos de ellos en estado inconsciente.
Abdullah Shahwani, director general de minería de Baluchistán, confirmó la cifra de muertos el miércoles, identificando al gas metano como la causa del trágico incidente. Esta tragedia vuelve a poner de relieve los riesgos inherentes a las operaciones mineras en las zonas occidentales ricas en carbón de Pakistán.
El primer ministro Shehbaz Sharif expresó su «profundo pesar y dolor por la pérdida de vidas preciosas» y prometió una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias que llevaron a esta tragedia.
Los incidentes mortales en las minas de Pakistán no son poco comunes, siendo estas conocidas por sus condiciones de trabajo peligrosas y sus deficientes estándares de seguridad. En mayo de 2018, 23 personas perdieron la vida en explosiones de gas en minas de carbón vecinas en Baluchistán, y en 2011 se reportaron 43 trabajadores bajo parecidas circunstancias.
Lala Sultan, presidenta de la Federación de Trabajadores de las Minas de Carbón de Baluchistán, lamentó la falta de medidas de seguridad adecuadas en las minas de carbón de la región. «Mientras que otras provincias cuentan con algunos protocolos de seguridad, en Baluchistán la seguridad está completamente descuidada», señaló.
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