Entrevista. En tiempos pasados, trabajar en una mina podía significar un camino sin retorno para los trabajadores. Hoy en día, sin dejar de ser una actividad de alto riesgo, una operación minera legal implica desarrollar altos estándares de seguridad laboral orientados a evitar pérdidas humanas y materiales.
Actualmente, además de las buenas prácticas desarrolladas por las empresas mineras, estas cumplen las normas establecidas en el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería. Dicha combinación viene permitiendo una mejora significativa, de acuerdo a las estadísticas públicas del Ministerio de Energía y Minas que incluyen a trabajadores de las empresas mineras, contratistas y conexas.
Entre los hitos destacados, recuerda la construcción de Antamina. “En el Perú, Antamina fue el primer greenfield de escala mundial de esta nueva ola de inversiones mineras, elevando inmediatamente los estándares de seguridad”.
El ingeniero Díaz Pró recuerda que durante la época de construcción del megaproyecto –en la que él también participó– hubo varios miles de personas de diversas empresas trabajando simultáneamente e implicó tener prácticas de seguridad robustas, que antes solo se habían aplicado en muy contadas oportunidades en la historia del Perú, como en la instalación del oleoducto norperuano y algunas importantes minas de tajo abierto.
Desde el punto de vista de la seguridad laboral, “hemos tenido la suerte de recibir en Perú a compañías mineras de primer nivel. Creo que la llegada de las empresas mineras internacionales sido muy positiva para la industria, acompañada de la gestión legislativa del Estado peruano, que también ha hecho su tarea. Creo que se están haciendo las cosas bien y que los resultados están viéndose”, asegura el también actual gerente general de Ferreyros, el principal proveedor de la minería peruana en maquinaria pesada.
- ¿Qué significa la seguridad laboral para las empresas?, preguntamos.
– La seguridad en el trabajo es una condición necesaria e imprescindible. Hay que estar comprometidos y obtener resultados. La empresa que no tiene un compromiso con la seguridad, desde su líder, y no ofrece resultados, simplemente no está en la foto.“Nosotros mismos –señala el ingeniero Díaz Pró, refiriéndose a la alta dirección de las empresas– tenemos que estar en el frente de operaciones, donde están los riesgos, tratando de aconsejar, de guiar y demostrar nuestro interés a los colaboradores. La presencia del líder en el campo es importantísima.” - A pesar de las mejoras alcanzadas, existe una recurrencia en algunos tipos de accidentes. ¿Qué estrategia podría implementarse?
– Las estadísticas nos dicen que debemos poner en marcha planes de acción en las áreas donde existan mayores posibilidades de accidentes. No podemos esperar a que estos sucedan. Por ejemplo, si ocurren muchos accidentes de transportes, debemos pensar en los buses como alternativa para reducir las camionetas.
Pero el problema es mucho más complejo. La población laboral minera ha ido en aumento, a partir de las ampliaciones y nuevas operaciones que han ingresado a producción. “Sin duda, en la renovación generacional hay un reto importante. En esto nos ayuda el Instituto de Seguridad Minera-ISEM, fomentando la cultura de seguridad. Sin duda, todo este esfuerzo en capacitar y entrenar a la gente es como ponerle el ‘chip’ de la seguridad”, reconoce el ingeniero Díaz Pró.
A partir de la experiencia en Ferreyros, señala que “nuestra gente sabe que la seguridad es un valor importantísimo. Saben que tienen que ‘ponerse las pilas’ y encuentran una compañía dispuesta a invertir en seguridad y a demostrar el compromiso de sus líderes. Igualmente, hay un proceso de aprendizaje en la actividad misma.”
Al respecto, el ingeniero Díaz Pró manifiesta ser creyente de que los expertos en seguridad deberían ser los supervisores de la ejecución de la tarea. “En la línea reside la experiencia y también el liderazgo. La seguridad debe estar a cargo de quien es responsable la operación. Absolutamente, la seguridad reside en la línea”.
- La reducción de accidentes mineros se ha logrado en paralelo a un buen ciclo en el precio de los metales, situación contraria a la actual coyuntura. ¿La presión por la reducción de costos, podría influir negativamente en el desempeño de seguridad?
– Creo que la seguridad llegó para quedarse. No es negociable. Por el contrario, hay que evitar tareas o procesos inútiles; hay que buscar eficiencia. Hay espacio para optimizaciones pero sin comprometer la seguridad. No creo que ningún gerente de mina vaya a optar por recortar los esfuerzos de seguridad por reducción de costos. Va a optimizar los gastos para mantener la seguridad.
Al respecto, el Comité de Proveedores de la SNMPE que preside el ingeniero Díaz Pró ha promovido dos mejoras importantes. Primero, la estandarización del examen médico y, segundo, la estandarización de los cursos de inducción, lo que en la actual coyuntura significa reducción de costos. Por lo pronto, nueve mineras han aceptado que el examen médico a un trabajador para una mina –establecido en el Reglamento de Seguridad– pueda valer para otras y sin dejar de cumplir con el marco normativo. Anteriormente, un trabajador se sometía a tantos exámenes como minas en las cuales iba a prestar un servicio. “El cambio efectuado no implica ir contra la seguridad. Significa ser prácticos y buscar una eficiencia”.
Al responder sobre si las mejoras también se podrían efectuar en la fiscalización del Estado, el ingeniero Díaz afirma que sin duda. “Ojalá el Estado pueda efectuar un esfuerzo para que todos los organismos especializados se pongan de acuerdo y puedan acceder a información a partir de una base de datos común. Ello significaría reducir sobrecostos y mejorar la competitividad de las empresas y del país”.
El gerente general de Ferreyros recomienda poner la seguridad en el sitial que le corresponde. Según su experiencia, la seguridad exige disciplina y las compañías líderes deben destacar en esto. “Nuestro reto es difundir ese mensaje y ser un ejemplo”, precisa.
Liderazgo visible
El presidente del Comité de Proveedores de la SNMPE recomienda tres actividades principales para continuar consolidando la cultura de seguridad minera durante el presente año: Primero, identificar riesgos críticos y hacer planes para afrontarlos. Segundo, continuar con la capacitación en seguridad como parte del desarrollo técnico, en especial con el personal joven. Tercero, ser líderes visibles. Poner la seguridad en el lugar que le corresponde ante los trabajadores, las empresas clientes, la industria y los medios de comunicación. Comunicar es bueno, pero ser un ejemplo es mejor todavía.
Nuestro entrevistado
Gerente general de Ferreyros desde 2016, es ingeniero civil, con más de una década de trayectoria en la compañía, que incluyó las posiciones de gerente general adjunto, gerente central de negocios y gerente de división gran minería. Tiene más de 25 años de experiencia en gestión y desarrollo de proyectos de construcción, minería a tajo abierto y energía, tanto en Perú como en Chile. Es presidente del Comité de Proveedores de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, desde el 2012, y miembro del Directorio de la Cámara de Comercio Canadá-Perú, así como de las empresas subsidiarias de Ferreycorp en Perú, Chile, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Belice.
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