La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) compartió una investigación sobre cómo abordar los factores de riesgos psicosociales y su relación con los traumatismos musculoesqueléticos (TME), específicamente sobre el impacto de las tecnologías digitales, la prevención y la reincorporación laboral.
El organismo europeo recomienda que las intervenciones multicomponente (que cubren las demandas físicas y psicológicas, y abordan los aspectos ergonómicos y organizativos del trabajo) para prevenir los TME.
«Tal será probablemente el caso en el contexto específico de la digitalización, aunque la mejora de las propiedades ergonómicas de los dispositivos digitales siempre resultará útil. Por lo tanto, las intervenciones no solo deben centrarse en las tecnologías digitales propiamente dichas, sino también considerar su utilización en prácticas laborales reales, así como en las interacciones entre los diferentes factores contextuales de la situación laboral. El plan de prevención debe tener en cuenta que los factores organizativos y psicosociales pueden, además de contribuir al problema, formar parte de la solución», señalan.
Las intervenciones participativas, por su parte, requieren capacidades de alto nivel en relación con la ergonomía, así como tiempo y estabilidad suficientes en la organización del trabajo para aplicar una intervención eficiente. Además, deben adoptarse ciertas precauciones para evaluar adecuadamente los factores de riesgo psicosocial.
«Para las intervenciones digitales avanzadas se pueden utilizar EPI y sistemas de vigilancia inteligentes. Estas TIC pueden proporcionar información en tiempo real sobre el nivel de parámetros psicofisiológicos y conductuales, como la carga de trabajo física (por ejemplo, durante las tareas extenuantes de recolección por voz) y el nivel de fatiga y estrés (por ejemplo, durante el teletrabajo prolongado)», concluyen.
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