El modelo ABC es una herramienta útil para evaluar el comportamiento de los mineros y reducir los accidentes en la industria minera. Según el artículo «Reducing Mining Accidents by Evaluating Behavior» de Mining Safety, las conductas de riesgo son responsables de más accidentes que las condiciones inseguras. A menudo, los mineros repiten conductas inseguras sin sufrir consecuencias inmediatas, lo que puede llevar a una falsa sensación de seguridad hasta que eventualmente ocurre una lesión.
Las personas adoptan conductas de riesgo por varias razones, incluyendo la eficiencia en la realización del trabajo, la baja percepción del riesgo, el refuerzo de la conducta de riesgo y la falta de conciencia sobre comportamientos peligrosos. Comprender estos factores es esencial para abordar y cambiar estos comportamientos.
1. Centrarse en los antecedentes: para cambiar un comportamiento problemático, como no usar el equipo de protección personal (EPP), es crucial describir el comportamiento observado y lo que debería hacerse en su lugar. Se deben enumerar todos los posibles antecedentes (factores que impulsan a una persona a actuar de cierta manera) y las consecuencias asociadas. Las consecuencias más fuertes, que son inmediatas y ciertas, suelen motivar la conducta del empleado. Cambiar estas consecuencias puede influir en el comportamiento deseado.
¿Qué son los Antecedentes? Los antecedentes son factores que impulsan a las personas a actuar de cierta manera. Pueden ser personas, lugares, cosas o eventos que preceden a una conducta y comunican información. Por ejemplo, un minero puede recordar que no bloquear el equipo la última vez resultó en una lesión. Sin consecuencias, los antecedentes tienden a desaparecer rápidamente. Utilizar múltiples antecedentes, como señales, capacitación, reglas y reuniones, puede promover el comportamiento deseado.
2. Centrarse en el comportamiento/acciones: el comportamiento se refiere a acciones visibles y no incluye actitudes o pensamientos. La seguridad es el resultado de una serie de comportamientos seguros. Identificar y describir estos comportamientos permite una intervención más efectiva.
3. Centrarse en las consecuencias: las consecuencias son los resultados de una conducta, ya sean recompensas o castigos. Las consecuencias pasadas se convierten en antecedentes para conductas futuras. Aunque la mayoría de las personas desean evitar consecuencias negativas, las consecuencias positivas son más eficaces para fomentar el comportamiento deseado.
El análisis del modelo ABC proporciona una estructura para entender y modificar las conductas de riesgo en la minería. Al centrarse en los antecedentes, el comportamiento y las consecuencias, los supervisores y gerentes pueden diseñar intervenciones efectivas para mejorar la seguridad en el lugar de trabajo y reducir significativamente los accidentes.
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