La unidad Tantahuatay de Compañía Minera Coimolache es una de las minas peruanas líderes en seguridad laboral. Su reciente premiación en la categoría tajo abierto del Concurso Nacional de Seguridad Minera del ISEM, así lo ratifica. Se trata del lógico resultado de un intenso trabajo desarrollado en los últimos años, marcado por la obtención de la certificación de los sistemas de gestión en las normas internacionales OHSAS 18001, ISO 9001 e ISO 14001 y la implementación del Manual Corporativo de Buenaventura, grupo del cual forma parte.
Tantahuatay es una mina a tajo abierto de oro ubicada en la provincia de Hualgayoc, Cajamarca, a una altura de 4050 msnm. El liderazgo de su alta dirección le ha permitido colocarse rumbo hacia una cultura de seguridad independiente, de acuerdo a la curva Bradley de DuPont; es decir, la gestión de seguridad hace énfasis en el cuidado del personal y reconoce los logros individuales de seguridad, asegura Ricardo Huancaya, gerente de Tantahuatay.
El involucramiento y las decisiones de la alta dirección están orientadas a crear una cultura preventiva en un contexto muy difícil para la minería en los últimos años. Los cambios efectuados, desde la optimización de procesos hasta la eliminación de tareas que no agregan valor, han permitido ser más prácticos y mejorar su competitividad. El compromiso asumido por sus colaboradores ha sido clave para los resultados de producción, sin ir en desmedro de la seguridad. El ingeniero Ricardo Huancaya lo resume en una sola frase: “La seguridad no es negociable”.
En Tantahuatay hay cada vez mayor conciencia de que en la ocurrencia de un accidente siempre está presente en los actos y condiciones subestándares. En ese sentido, el reporte de desviaciones y la corrección de los mismos permite minimizar los accidentes que puedan ocurrir. Mientras más incidentes y desviaciones sean reportados, analizados y corregidos, más preventiva será la gestión de seguridad y, por consiguiente, se tendrá la tendencia de eliminar los accidentes.
Herramientas efectivas
Según la jerarquía de controles en la prevención de riesgos, se ha implementado los controles de acuerdo al riesgo detectado. La efectividad es alta, debido a que se están obteniendo los resultados esperados y con indicadores de gestión que se encuentran en “cero”.
Adicionalmente, Tantahuatay cuenta con dos herramientas importantes, explica Luis Valdiviezo, superintendente de Seguridad. La primera es el Programa de Involucramiento con la seguridad, medición del cumplimiento de uso/verificación de herramientas de gestión realizada por la gerencia de unidad y los superintendentes.
La segunda herramienta es el Liderazgo visible, que implica un liderazgo presente, directo y activo que establece una visión de la seguridad en el área de trabajo. Actúa en forma coherente con ella mediante el cumplimiento de los procedimientos y estándares todos los días.
Un tema clave es el rol de la supervisión, encargada de impartir los lineamientos de seguridad y la filosofía del sistema de gestión de riesgos bajo el concepto “Si no es seguro hacerlo, no se hace”, reafirma el ingeniero Valdiviezo. Además, la supervisión es la que capacita, entrena y lidera con el ejemplo a los colaboradores en relación a la operación y la seguridad.
El involucramiento de los trabajadores se inicia desde que se imparte la Inducción General, dándoles a conocer los objetivos de seguridad en Tantahuatay. Posteriormente, en cada capacitación y charlas de 15 minutos, se sensibiliza sobre los beneficios de cumplir con los objetivos trazados, siendo el más significativo tener cero accidentes incapacitantes.
Para motivar a los trabajadores y hacerles parte de ese objetivo, se tienen dos actividades: Premiación al Mejor Director de labor y Premiación del Programa de Ideas de mejora. En ambos programas es fundamental la participación activa de los trabajadores. A los ganadores se les entrega diplomas de reconocimiento y un obsequio que simboliza el reconocimiento a su compromiso en la prevención de accidentes laborales.
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