En un movimiento calificado como un «punto de inflexión» para la industria , el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) ha publicado un nuevo y completo conjunto de «Herramientas para la Salud y Seguridad Psicológica». La publicación de julio de 2025 llega en un momento crítico, ya que el sector enfrenta una tendencia «inaceptable» de aumento de las fatalidades de los trabajadores por segundo año consecutivo.
El informe revela que 42 personas perdieron la vida en empresas miembros del ICMM durante 2024, un aumento con respecto a las 36 de 2023 y las 33 de 2022. En respuesta, el ICMM está fortaleciendo su enfoque de la seguridad, argumentando que la salud psicológica debe ser abordada con la misma seriedad y estructura que la seguridad física.
«Por demasiado tiempo, nuestra comprensión de la salud y la seguridad se ha centrado casi por completo en los riesgos físicos», declaró Rohitesh Dhawan, Presidente y CEO del ICMM, en el prólogo del documento. «Eso es esencial, pero no suficiente para mantener a las personas seguras, y mucho menos para permitirles prosperar».
La nueva guía establece una conexión directa: una mejor seguridad psicológica conduce a una mejor seguridad física. Un lugar de trabajo psicológicamente seguro es aquel donde los empleados se sienten capaces de «hablar, reportar preocupaciones, desafiar el comportamiento inseguro y admitir errores, sin temor al estigma, juicio o castigo». Según Dhawan, esto no es un «tema blando», sino un «área de liderazgo». El manual identifica que los trabajadores de la minería enfrentan desafíos como la fatiga, el aislamiento, la tensión laboral, el acoso y la exposición a traumas a tasas que superan a otros sectores. Estos riesgos psicosociales, si no se abordan, socavan la estabilidad de la fuerza laboral y el rendimiento operativo.
Marco integrado para la acción
Para combatir esta crisis, las herramientas proponen un marco integrado que se aleja de las estrategias de bienestar reactivas y aisladas. El modelo se centra en cuatro pilares de igual importancia:
- Prevenir el daño: esto implica un enfoque sistemático de gestión del riesgo psicosocial, la integración de principios de buen diseño del trabajo en todo el ciclo de vida del empleado y el fomento de la capacidad de liderazgo para crear entornos seguros.
- Intervenir tempranamente: el objetivo es identificar los problemas antes de que se agraven, capacitando a los líderes en conversaciones de intervención temprana, estableciendo vías seguras de denuncia e integrando el monitoreo de los peligros psicosociales.
- Responder a lesiones o enfermedades: esta área se enfoca en el uso de enfoques informados por el trauma y centrados en la persona para la gestión de lesiones, la implementación de ajustes laborales razonables y el apoyo a los procedimientos de regreso al trabajo.
- Promover lo positivo: más allá de la mitigación de riesgos, este pilar busca fomentar activamente experiencias laborales positivas, como el desarrollo de la conexión, el crecimiento, el propósito y el significado, a través de intervenciones de psicología positiva y un diseño de trabajo sólido.
Rol crítico del liderazgo y la consulta
Un pilar central de la nueva guía es el papel de los líderes de primera línea, a quienes se considera la «primera línea de defensa» en la gestión de la salud psicológica. El manual enfatiza que los líderes están en una posición única para observar la dinámica del equipo, identificar los primeros signos de riesgos psicosociales y aplicar controles. Muchas de las responsabilidades clave del liderazgo, como reconocer a los miembros del equipo y garantizar una distribución justa de la carga de trabajo, se alinean directamente con la mitigación de los riesgos psicosociales.
Igualmente importante es la consulta significativa con la fuerza laboral. El manual subraya que involucrar a los empleados en la identificación de riesgos y el diseño de soluciones hace que las intervenciones sean más relevantes y efectivas. La guía advierte contra confiar únicamente en datos cuantitativos y recomienda un diálogo abierto sobre los peligros y sus impactos. Para facilitar esto, el manual ofrece herramientas prácticas como una guía de consulta detallada para evaluar el riesgo psicosocial a través de grupos de enfoque.
Mientras el ICMM distribuye estas herramientas, el mensaje es claro: la salud psicológica ya no es un tema emergente, sino una parte fundamental de la operación responsable. Como concluye el informe, se espera que el sector «lidere con claridad, consistencia y cuidado».
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