Bajo una mirada crítica, el Ing. Benjamín Jaramillo Molina, ex presidente del Capítulo de Ingeniería de Minas del Consejo Departamental de Lima del CIP, plantea una serie de cambios que -en su opinión- podrían contribuir a elevar el desempeño del sector minero en materia de seguridad y salud en el trabajo con miras a prevenir con efectividad los accidentes mineros. Uno de esos cambios es la creación de un organismo autónomo en materia de investigación de accidentes.
¿Cómo evalúa la actual situación de la seguridad minera en el país?
Creo que los resultados de la gestión en SST no son muy alentadores. Teniendo en cuenta la información presentada en el Seminario Internacional de Seguridad Minera 2024, debemos lamentar la ocurrencia de un mayor número de accidentes mortales entre los años 2022 y 2023, con 40 y 51 fatalidades, respectivamente. Considero que es necesario remover las estructuras de la gestión en SST y de inmediato tomar medidas correctivas, desde los más altos niveles de las organizaciones hacia las bases. También se nota un débil compromiso de la supervisión en la consolidación de la cultura de seguridad en su aspecto más importante que es la prevención.
¿Cuáles son las causas de esa situación?
Lógicamente, las causas son muchas pero con diferente impacto en la gestión de seguridad. No digerimos la doctrina cultural de la responsabilidad personal y colectiva, vinculada a «investigar todos los eventos de mayor a menor potencial, para aplicar medidas correctivas inmediatas y evitar su repetición». Por otro lado, las auditorías, fiscalización e investigación de accidentes no se realizan bajo los criterios de los ISOS 37001, 30001 y 45001, no retroalimentando el sistema preventivo para determinar responsabilidades y plazos para los involucrados. En algunos casos, se observa falta de experiencia de los inspectores. Se debe entender que las fiscalizaciones no son eventos legales ni judiciales para tipificar las faltas, sino más bien oportunidades para implementar criterios técnicos mandatorios.
¿Qué oportunidades de mejora existen en materia de SST?
El núcleo principal debe estar orientado a consolidar la cultura de seguridad, mediante una capacitación realista, considerando los referentes psicológicos del personal trabajador minero, con su idioma natural y terminologías propias, que incluye sinónimos, antónimos y semejanzas funcionales para mejor y óptima comprensión.
Otros aspectos referenciales a desarrollar son:
- Consolidar la práctica estricta de políticas generales y locales en cada empresa para no ejecutar trabajos que se consideren inseguros.
- Compartir información sobre los avances de la tecnología en los diferentes procesos y que eliminen la exposición a los diferentes peligros y riesgos, así como el cuidado del medio ambiente.
- Empoderar a los Comités de Seguridad para incrementar la participación de los trabajadores mediante incentivos por seguridad y producción, además de iniciativas para simplificar planes y lograr procesos con mayor seguridad que enriquezcan los diseños operativos.
- Revisar las políticas y resultados de los horarios atípicos, considerando que extensas jornadas diarias y lejanía familiar afectan emocionalmente a los trabajadores.
- Garantizar disponibilidad de materiales y herramientas para la jornada y dar máxima prioridad a los aspectos de bienestar humano, como alimentación, vivienda, transporte, educación extra laboral y entretenimiento.
¿Cómo se podrían abordar esas mejoras?
Estoy convencido de que las mejoras no se obtienen por gravedad. Para ello, deben trabajar en forma conjunta todos los trabajadores, sin distinción de jerarquías, ni grados académicos. Si el aporte y compromiso no se demuestran, debe ser posible una rotación de puestos, luego de una evaluación psicológica. Un trabajador no identificado con los protocolos de seguridad afecta la seguridad de sus compañeros. En todos los casos, debemos entender que la capacitación, según como se gestione, es la fortaleza principal de las organizaciones y una inversión que beneficia múltiples facetas de la organización y sus colaboradores.
¿Qué rol deben cumplir las gerencias, supervisión y trabajadores?
La participación obligatoria y ordenada de estos tres estamentos es vital para cumplir y hacer cumplir las disposiciones legales de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo – 29783 y de los reglamentos. Las directivas y verificación presencial de las gerencias, así como su soporte presupuestal, marcan la identificación de todos los colaboradores, todo esto asociado a las auditorías internas, auditorías cruzadas y encuestas para detectar algunas debilidades.
Los supervisores deben articular directivas y buscar la opinión de los involucrados mediante el diálogo dinámico y escucha permanente, siempre mostrando el mejor ejemplo de integridad, desterrar conductas temerarias, así como nepotismo, amiguismo y abuso de autoridad.
Los trabajadores inmersos en su mundo laboral deben atender las directivas y preguntar al máximo por la claridad de las indicaciones y manifestar su opinión, tanto sobre temas específicos como los asuntos relacionados a la seguridad.
¿Qué proyectos podrían desarrollarse para impulsar la SST?
Uno de los principales proyectos seria la creación de un organismo autónomo orientado a la investigación de accidentes en todo el sistema económico nacional, que no tenga vínculo administrativo ni funcional con alguna dependencia del Estado. De esta forma se evitaría la injerencia del poder político, que ahora vemos con mucha preocupación.
En cuanto al sector minero, se debe coordinar con los colegios profesionales para brindar apoyo técnico y soporte a la Pequeña Minería y Minería Artesanal, en cuanto a las actividades de alto riesgo, el desarrollo de planes operativos y equipamiento adecuado.
Respecto a las emergencias mineras, la autoridad debe establecer un organismo integrador para coordinar estratégicamente cuadrillas de salvataje en diferentes regiones para apoyo mutuo. El Reglamento de Seguridad y Salud en Minería establece el equipamiento, las condiciones físicas y el régimen de capacitación de las cuadrillas, aunque se requiere impulsar la voluntad de llegar al gran objetivo: CERO ACCIDENTES.
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