Todos sabemos que no existe el riesgo cero, señala la organización británica PECB en su documento «Las ocupaciones más peligrosas del mundo». Las personas están expuestas a riesgos en todos los rincones de sus vidas. Incluso las actividades más simples que realizamos a diario implican correr riesgos, por ejemplo salir, cruzar la calle, conducir un coche, andar en bicicleta, etc. Todos estos pueden considerarse riesgos mínimos, por lo que debemos estar de acuerdo en esto: el riesgo es una parte inevitable de nuestras vidas.
Pero cuando se trata de riesgos relacionados con las actividades laborales, la magnitud del riesgo (que depende de la magnitud del daño y su probabilidad de ocurrencia) puede ser mayor, y estos riesgos deben controlarse. Las organizaciones son responsables de crear mecanismos que eliminen o reduzcan los riesgos eliminando los peligros o reduciéndolos a niveles aceptables.
Este artículo se encuentra completo en nuestra edición 198 disponible en la APP Seguridad Minera. Para leer la información completa y todas las imágenes exclusivas descargue la aplicación desde el Play Store o App Store.
Deja un comentario