Hay algo más difícil que organizar un programa de salud y seguridad ocupacional: impulsar el cambio en los trabajadores. La motivación humana es clave para que cualquier proyecto siga adelante. La moral del equipo debe estar dedicada al objetivo de las organizaciones, desde las metas de producción hasta las políticas de SST.
Un artículo publicado en American Society of Safety Professionals desarrolla cuáles son las cuatro habilidades blandas que deben tener los gerentes de seguridad.
Manejo de conflictos
Todos los gerentes de seguridad enfrentan conflictos. La clave es manejar estas situaciones difíciles con resiliencia y confianza. El mayor consejo de Cory Grimmer, consultor de seguridad y salud, es nunca reaccionar con emoción. Aléjese si es necesario para recuperarse. Mantener la calma ante la adversidad. Esté dispuesto a ceder cuando se equivoque. Todo esto no significa que ignore el conflicto o espere que los problemas se resuelvan solos. Significa que debes enfrentar los desafíos con empatía.
Resolución de problemas
Es importante ser transparente cuando no se tiene toda la información o no se sabe la respuesta. Esté dispuesto a salir de su zona de confort y pida ayuda cuando sea necesario. Tómese el tiempo para evaluar las necesidades y abordar la resolución de problemas de manera sistemática. No ofrezca respuestas rápidas e impulsivas a los problemas; rara vez son las soluciones más efectivas.
Mantener la integridad profesional
La integridad profesional se refiere a su capacidad de vivir de acuerdo con los principios morales y éticos valorados dentro de su profesión. Mantener la integridad, independientemente de la situación, le permitirá mantener el profesionalismo, la confiabilidad y la honestidad mientras busca impulsar el cambio en el lugar de trabajo.
Comunicación
Los gerentes exitosos desean entrenar, facilitar, desarrollar y capacitar a los trabajadores. Esto requiere una comunicación continua, y a veces matizada y sensible. De hecho, la comunicación puede ser la habilidad más importante que puede aportar. Conocer a su gente y entender la mejor manera de compartir información con ellos es esencial.
¿Cómo abordar el incumplimiento?
Si tiene dificultades para abordar el incumplimiento, Grimmer recomienda tener en cuenta estas cuatro tácticas.
- Adopte la perspectiva de que las personas son el mayor activo de su organización. No queme la experiencia y el conocimiento de su equipo, ni dañe la moral, con correcciones demasiado duras. Recuerde que construir relaciones y mejorar la seguridad son sus objetivos.
- Considere enfoques alternativos a la disciplina progresiva. Los enfoques alternativos podrían incluir capacitación, orientación, facilitar una resolución o tener una conversación informal. Si eso no funciona, la disciplina es siempre una opción.
- Mantenga la consistencia. Es fácil comprometer su credibilidad eligiendo a quién y cuándo disciplinar. Aplique las reglas de manera uniforme y consistente.
- Trate a los demás con respeto, pase lo que pase. Mantener el respeto inspirará a otros a hacer lo mismo, fortaleciendo su cultura organizacional.
- El uso de habilidades blandas como la gestión de conflictos, la comunicación eficaz y la integridad profesional es necesario para promover la seguridad y la salud de los trabajadores.
- Adoptar un enfoque de disciplina ante el incumplimiento es contraproducente para construir un lugar de trabajo más seguro.
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