Dentro de sus actividades diarias, las operaciones mineras desarrollan trabajos considerados como de alto riesgo. Entre ellos se encuentran los que se realizan en altura, en espacios confinados y en caliente, entre otros, que implican cumplir procedimientos que aseguren la eliminación o control de los riesgos, mitigando los efectos de los mismos.
En el caso de trabajos en altura, es común encontrar programas de control y procedimientos basados en la regulación local, como la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo 29783, y otras internacionales como OSHA 1910 para la Industria General u OSHA 1936 para la Industria de la Construcción.
En estas regulaciones se establecen lineamientos para controlar los riesgos y el uso de los elementos de protección personal como última barrera de control.
En el caso de los equipos de protección para trabajos en altura, además, se debe considerar que funcionan como un sistema, es decir, siempre que la solución de control seleccionada sea el equipo de protección individual, debe existir un arnés de cuerpo completo, un conector que permita la realización de la tarea y, por último, un anclaje.
Uno de los problemas con los que se enfrentan los encargados de manejar los programas de protección contra caídas es la selección del anclaje adecuado, tanto en resistencia, compatibilidad con el tipo de conector, así como con la distancia y altura de este punto de conexión. La situación se complica cuando la tarea es a cielo abierto y no se cuenta con puntos para conectar de manera adecuada la línea de anclaje o el retráctil. Esto es común en operaciones de mantenimiento de bandas transportadoras o de maquinaria pesada que necesita ser reparada en el campo, o en equipos de las plantas de beneficio que no tienen una estructura adecuada para ser usada como anclaje. Justo aquí es cuando las soluciones de anclajes portátiles juegan un papel primordial.
Muchas compañías, en caso como estos, optan por la fabricación de equipos; lamentablemente, es común que el diseño de estos equipos no considere factores fundamentales como las fuerzas de arresto que soportarían, la resistencia, el peso, la adaptación al ambiente de trabajo y la movilidad, entre otros, ocasionando que la empresa incurra en inversiones altas que luego se convierten en pérdidas.
3M con su línea completa de anclajes Flexiguard, brinda diversas opciones de anclajes portátiles para realizar trabajos en altura. Son sistemas diseñados para operaciones en altura con anclajes que se ajustan a diferentes medidas, tanto en la altura requerida como en el recorrido necesario para realizar la actividad.
Los equipos Flexiguard están diseñados bajos los estrictos estándares de 3M y cumplen los parámetros establecidos en la regulación OSHA. Entre las principales innovaciones de esta línea están los anclajes portátiles sobre remolque, los cuales permiten al operador de mantenimiento realizar sus actividades en el lugar donde se presente la necesidad.
Cada vez que se diseñe un procedimiento que incluya la detención de caídas, debe considerarse un plan de rescate a aplicar luego de detener la caída del trabajador, plan que debe cumplir con dos características: ser simple y seguro.
Al final, no debe dejarse de lado la evaluación de los resultados del programa, analizando la efectividad de los controles y las posibles mejoras en cada parte del proceso. Solo de esta forma podrá tenerse un programa de control para trabajos en altura que realmente cuide el recurso más valioso: ¡Nuestra gente!
Para mayor información ingrese a: www.3m.com.pe.
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